Los Mossos d'Esquadra han detenido una banda criminal que se dedicaba a asaltar los camiones estacionados en las áreas de servicio de la autovía A-2 que conecta Barcelona y Madrid, con el objetivo de llevarse las mercancías que transportaban. El método que utilizaban es el conocido como 'telonero', y durante los seis meses que han estado operativos se calcula que se han hecho con un botín valorado en 571.000 euros.

La policía catalana ha podido detener a los tres principales implicados en los hurtos en el marco de un operativo durante el cual también se ha podido recuperar una furgoneta robada y parte de las mercancías sustraídas, así como dinero en efectivo y varios aparatos electrónicos. Según fuentes policiales, la banda había robado casi 2,5 millones de comprimidos del fármaco Rivotril de 2mg, uno psicotrópico que se utiliza para el tratamiento de la epilepsia. El grupo destinaba las pastillas para la venta en el mercado negro y para la fabricación de la droga llamada 'karbuki'.

Atracaban de manera selectiva

El modus operandi de los ladrones era siempre el mismo. Actuaban de noche, aprovechando que los camioneros dejaban sus vehículos en las áreas de descanso del A-2, en concreto las de Sidamon, situado cerca de Mollerussa (Pla d'Urgell), y Jorba (Anoia). Buscaban siempre los camiones con las mercancías más valiosas, como medicamentos, material informático y ropa de marca, y cargaban su botín en furgonetas robadas a las cuales habían cambiado previamente la matrícula. Además, disponían de dispositivos de seguimiento de vehículos y de herramientas específicas para abrir los maleteros de los camiones.

Los Mossos empezaron las investigaciones el pasado mayo cuando fueron alertados de que se habían producido varios hurtos en la A-2. En uno de estos robos los ladrones llegaron a agredir al conductor de uno de los camiones para poder acceder a las mercancías. Después de seis meses de investigaciones la policía catalana ha podido arrestar a los delincuentes, acusados de tres robos con fuerza y uno con violencia e intimidación; un robo de vehículo; un delito de falsificación de documentos públicos y pertenencia a un grupo criminal; y un delito contra la salud pública y de tráfico ilícito de medicamentos. Por estos delitos el juzgado de Instrucción número 2 de Lleida ha decretado el ingreso en prisión de los tres detenidos.