Convivir en una comunidad de vecinos no siempre es fácil. Y menos, si algunos de estos vecinos en cuestión son ocupas, que, encima de vivir allí ilegalmente, no hacen otra cosa que generar problemas al resto de inquilinos del edificio. Una mujer de Cambrils (Tarragona) ha denunciado una situación que ya dura más de dos años, desde que se desplazó al municipio, a finales del 2022. Cuando compró el piso, nadie le avisó de que cuatro de las viviendas estaban ocupadas. Ya desde el primer mes de instalarse empezaron los conflictos con estas personas que ensucian la escalera y el portal, rompen el mobiliario comunitario, ponen música y dan golpes hasta altas horas de la noche y provocan cortes de electricidad periódicos por estar pinchando la luz y saboteando constantemente el contador.

Durante estos años, la víctima ha puesto varias denuncias ante la Policía Local, según ha explicado al diario Tarragona Digital, pero no ha conseguido todavía que una patrulla se presente en el bloque para mediar y poner orden; también ha contactado con los Servicios Sociales del Ayuntamiento y, finalmente, después de no conseguir hablar con el exalcalde, tiene una vista programada para la próxima semana con el actual primer edil, Oliver Klein. La situación, asegura, se ha vuelto insostenible para ella; vive cada día rodeada de amenazas y con miedo de lo que le puedan llegar a hacer los ocupas que siempre se han mostrado muy agresivos con ella, llegando a provocarle una lesión en la espalda después de arrinconarla en la calle y estamparla contra una pared.

Es la única propietaria que se ha atrevido a denunciar los hechos

Con el paso de los años, el resto de propietarios de los pisos o bien los han abandonado o bien no hacen nada para poner freno a la problemática. La vecina denuncia, además, que la presidenta de la comunidad se desentiende de todo, ya que tiene su piso alquilado y no convive día a día con estas personas. Con todo, ella ha sido la única que se ha atrevido a hacer público todo eso, a pesar del evidente miedo que le provoca una posible represalia por parte de los ocupas que, como ya se ha comentado, han amenazado en varias ocasiones con hacerle daño.

La víctima también ha querido dejar claro en declaraciones al mencionado diario que "no se trata de la procedencia de la persona, sino de su comportamiento" y "si están ocupando de manera ilegal los pisos, como mínimo, tendrían que comportarse y respetar a los otros vecinos". De cualquier modo, espera que la solución llegue pronto y que desde el Ayuntamiento y las fuerzas de orden público puedan echar a los inquilinos ilegales.