La Guardia Civil ha conseguido acabar con una peligrosa secta ubicada en el municipio de Escatrón, en Zaragoza, que se aprovechaba de la gente después de captarla a través de las redes sociales. En el operativo se ha podido detener a cuatro personas, el líder del grupo y tres personas de su máxima confianza, aunque no se descarta que pueda haber todavía más detenidos. La investigación, aunque el grupo estaba situado en Aragón, ha sido encabezada por la comandancia de la Guardia Civil de Barcelona después de las primeras denuncias se presentaran en la capital catalana.

Captaban víctimas en las redes para robarlos

Las personas que dieron el grito de alerta a las autoridades fueron ocho víctimas que habían formado parte de la secta, seis residentes en Catalunya y dos más en Asturias. Según han podido averiguar los investigadores, que han calificado la organización de "destructiva", captaban adeptos con mensajes de autoconocimiento y desarrollo personal a través de las redes sociales. Una vez ya habían captado su atención, los obligaban a ir de manera presencial hasta la localidad de Escatrón, donde los sometían a un proceso para anular su voluntad y, una vez lo habían conseguido, los obligaban a entregar dinero y propiedades a los dirigentes de la secta.

Después de varias gestiones, los investigadores pudieron identificar y detener al líder del grupo, de origen navarro, así como a tres mujeres con quien tenía lazos familiares. Los cuatro han pasado a disposición del juez de instrucción de Caspe, que ha decretado el ingreso en la prisión para el líder y ha dejado en libertad con cargo a las tres mujeres. La investigación continúa abierta y no se descarta más posibles detenidos. Además, una vez desmantelada la organización, se espera que se puedan sumar más denuncias, ya que se buscaba a víctimas indistintamente por varios puntos del Estado.