La Policía Nacional detuvo en Mallorca a un hombre de 35 años acusado de simular un delito. El arrestado había denunciado que dos individuos le habían agredido en medio de la calle, en el barrio de Se Coll d'en Rabassa, para después robarle el coche, una historia que, días más tarde, resultó ser falsa: el hombre había salido de fiesta, se había gastado todo el dinero en copas y, al volver a casa, sufrió un accidente de tráfico. Según acabó confesando a los agentes, la falsa denuncia era una medida desesperada para no tener que decirle la verdad a su pareja.

Falsa denuncia por temor a la pareja

La noche de los hechos el detenido salió con sus amigos a ver un partido de fútbol. La juerga se fue alargando, hasta que acabó en un bar de copas, donde el hombre se gastó todo el dinero bebiendo e invitando a bebidas hasta bien entrada la madrugada. Cuando finalmente decidió volver a casa, cogió el coche a pesar del estado de embriaguez en el que se encontraba, y sufrió un accidente de camino, destrozando el vehículo y quedando malherido.

En un desesperado intento para que su novia no se enterara de todo eso, decidió presentar una denuncia ante la Policía Nacional, asegurando que le habían dado una paliza para poder robarle el coche, justificando, de esta manera, los politraumatismos que había sufrido durante el siniestro. Los agentes pusieron en marcha una investigación para encontrar el vehículo hurtado, pero al cabo de pocos días el hombre volvió diciendo que ya lo había encontrado, y que retiraba la denuncia.

Pillado por las incoherencias en la declaración

El hombre esperaba que, al retirar la denuncia, todo quedara en el olvido. Sin embargo, como sus explicaciones eran tan incoherentes, los investigadores le citaron para que volviera a declarar qué había ocurrido la noche del supuesto robo. Finalmente, el hombre acabó confesándolo todo, incluso la falsedad de la paliza, y quedó detenido acusado de haber simulado un delito.