Un padre y un hijo han perdido la vida en un trágico accidente con una avioneta en Brasil. El hombre, de 27 años, dejó al menor, de solo 12, al volante de la aeronave, mientras grababa un vídeo bebiéndose una cerveza. Poco después, en circunstancias que la policía brasileña todavía está investigando, el avión se estrellaba en una zona boscosa entre los estados de Rondonia y Mato Grosso. Los hechos ocurrieron el pasado 29 de julio, y el avión cayó solo cinco minutos después de despegar, según las autoridades locales.

La avioneta, un aparato bimotor modelo Beechcraft Baron 58 valorado en 1.200.000 dólares (en torno a un millón de euros) acabó completamente destrozada en un bosque, cerca de unos campos de cultivo. "El avión se estrelló muy cerca del terreno labrado, no tuvo tiempo de aterrizar", ha comentado a la prensa local uno de los trabajadores de la empresa propiedad de la familia del difunto. La intención del hombre, identificado como Garon Maia, empresario de éxito dedicado a la industria ganadera, era llevar a su hijo a casa de su madre, de la que estaba divorciado, después de que el niño pasara un par de días con él.

Según las autoridades brasileñas, el accidente se registró cuando faltaban diez minutos para las seis de la tarde, cuando, desde la torre de mando, perdieron la conexión con la aeronave. Inmediatamente, pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda, pero hasta el día siguiente no encontraron los restos de la avioneta ni los cuerpos de las víctimas.

La pareja de la víctima se suicidó

Desgraciadamente, la tragedia no acabó con el accidente. Solo un par de días después de los funerales, la actual pareja de Garon Maia, también de 27 años e identificada como Paula Pridonik, se quitó la vida. La familia de las víctimas emitió un comunicado informando del hecho, y ha pedido respeto por su luto. Mientras tanto, el Centro de Investigación de Prevención de Accidentes Aeronáuticos del Brasil está investigando las causas exactas de este terrible accidente.