La Unidad de Investigación de la comisaría de Sabadell (Vallès Occidental) ha detenido una trabajadora de un geriátrico por robar las joyas que tenían guardadas los ancianos, según informa El Periódico. Los agentes recibieron a principios de año una denuncia por parte de unos familiares de un usuario de la residencia. Según afirmaban, sospechaban de que algún trabajador del geriátrico robaba sus joyas. Por este motivo, la policía inició una investigación.
La trabajadora llevaba robando joyas desde 2012
Los agentes se dirigieron al centro y pidieron a la dirección el listado con todos los nombres de los empleados. Una vez tuvieron la lista con los nombres, acudieron a establecimientos que compran oro para comprobar los registros de los vendedores y cotejarlos con los nombres de los trabajadores del geriátrico. Este tipo de establecimientos están obligados por ley a llevar un control de cada persona que vende sus joyas. Al cabo de unas dos semanas, si nadie las reclama, el propietario del local tiene permiso para fundirlas. Sin embargo, no desaparecen, ya que se debe conservar una fotografía de la pieza original junto al nombre de la persona que la ha traído. Gracias a esto, los investigadores descubrieron que una de las trabajadoras del centro para gente mayor aparecía en los registros y que había vendido más de cien joyas desde 2012.
La cuidadora era coordinadora del turno de noche
Durante un tiempo, el centro recibió varias quejas de familiares de los usuarios por pérdida de joyas. En 2019, temiendo que no se tratara de pérdidas, sino de robos, el geriátrico se puso en contacto con los Mossos d'Esquadra y agentes del área de proximidad dieron una charla disuasoria a los trabajadores para advertir de la gravedad de sustraer pertenencias de los ancianos. Sin embargo, nadie sabía que entre los oyentes se encontraba la coordinadora del turno de noche, cuyo nombre apareció posteriormente en los registros de las joyas fundidas. Así pues, la charla no dio sus frutos para ella.
La trabajadora es una vecina de Berga. Durante el registro en su domicilio, encontraron varias joyas. En total, los investigadores sospechan que la mujer puede haberse quedado con, al menos, 150 sortijas de ancianos, la mayoría de los cuales ha fallecido.
Aprovechaba que los ancianos dormían para poder robarles
La trabajadora aprovechaba las horas de sueño de los ancianos para poder entrar en su habitación y robarles mientras dormían. Al ser gente mayor, muchos de ellos tienen un sueño profundo porque toman medicamentos para poder descansar bien. Así pues, en ser ella la coordinadora del turno de noche y que los ancianos estaban profundamente dormidos, la mujer podía actuar tranquilamente sin que nadie le dijera nada.
Robaba para poder quedarse embarazada
Según fuentes policiales, la mujer admitió los hechos y afirmó que robaba porque quería ser madre y para lograrlo tenía que pagar tratamientos de reproducción asistida en las clínicas privadas. La policía catalana, por su parte, aclara que la mujer logró ser madre gracias a estas técnicas y que siguió robando después del embarazo.