Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro personas, menores de edad, después de robar de manera violenta a otro hombre en Sabadell. Los hechos tuvieron lugar el pasado 8 de agosto, cuando el grupo de cuatro jóvenes subió al vehículo de un hombre y le obligaron a conducir hasta un punto de esta ciudad barcelonense. Una vez allí, los menores de edad bajaron del coche y empezaron a pintarlo con un espray. El propietario del vehículo recriminó la actitud de los jóvenes y estos empezaron a golpearlo hasta que lo hicieron caer al suelo.

Al mismo tiempo, mientras la víctima intentaba ponerse de pie y recuperarse de los golpes, los agresores subieron al coche, sin el propietario, y lo condujeron un rato hasta que lo estamparon contra un árbol. El hombre intentó recuperar su turismo y, cuando llegó hasta el lugar donde los cuatro individuos lo habían accidentado, estos lo volvieron a golpear y darle patadas hasta que lo tiraron otra vez al suelo. Después, los cuatro menores de edad se marcharon.

Dos meses de investigación 

La víctima se desplazó inmediatamente a la comisaría de la Policia Municipal de Sabadell, que le asistió y recogió su denuncia. En la declaración, afirmó que los cuatro individuos le habían robado el teléfono móvil y 50 euros que llevaba en efectivo. El caso pasó a manos de la Unitat d'Investigació de los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Sabadell, que iniciaron unas pesquisas y, dos meses después del incidente, el miércoles 15 de octubre, identificaron y detuvieron a los cuatro menores de edad como supuestos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, robo y hurto de uso de vehículo, lesiones y daños. Los Mossos d'Esquadra, sin embargo, no han comunicado la nacionalidad ni los antecedentes policiales de los cuatro jóvenes.

Según la ley de detención de menores de edad en Cataluña, estos, una vez son esposados, son puestos a disposición de la Fiscalía de Menores —en el caso de estos cuatro jóvenes, la de Barcelona. La ley que regula la responsabilidad penal de los menores, además, establece que las medidas aplicables deben tener una finalidad educativa y reeducadora, y no sancionadora. En función de la gravedad de los hechos y de la edad exacta de los detenidos, el juez podría decretar desde una amonestación, hasta la libertad vigilada o el ingreso en un centro de justicia juvenil.