Una buena sorpresa de los Mossos d'Esquadra en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) cuando iban a desmantelar lo que creían que era una macroplanatación de marihuana. No es la primera vez que pasa, pero ahora hacía tiempo que no se conocían casos de estos. Parecía que fabricar criptomonedas ya no salía a cuenta, pero si pinchas la luz, parece que todavía sí. Agentes de la Unidad de Investigación de Martorell, en una de las muchas investigaciones que hacen para desmantelar una de las numerosas plantaciones de marihuana de interior que hay por todo el país, llegaron a una nave, que si bien tendría que estar cerrada y sin actividad, se había detectado que tenía un consumo muy elevado de electricidad. En el 99% de ocasiones que los Mossos, con los informes de las compañías eléctricas, descubren estos desajustes, acaban desmantelando una plantación de marihuana.

La investigación arrancó en el mes de noviembre, y los Mossos no solo detectaron que había un consumo elevado de electricidad. También detectaron que, desde el exterior, se podían oír máquinas eléctricas en funcionamiento. El consumo era muy elevado, incluso superior al de una plantación de marihuana normal, hecho que hizo pensar a los Mossos que estaban delante de una plantación muy importante, como algunas que se han encontrado, con maquinaria muy especializada, para conseguir grandes rendimientos de esta droga. Las investigaciones policiales, si bien habían arrancado como una posible desarticulación de un delito de salud pública, se tuvo que enfrentar, y los seguimientos y vigilancias que se hacían en la antigua nave descartaron que fuera una plantación de marihuana, pero no pudieron saber qué se escondía dentro.

Una estafa de más de 300.000 euros

El miércoles pasado, después de recibir la autorización judicial, los Mossos accedieron a la nave y se encontraron con una granja de criptomonedas en marcha. Decenas de aparatos conectados de forma irregular a la red eléctrica estaban generando, con ordenadores y tarjetas gráficas, este tipo de activos digitales de moda. Se pudieron localizar e intervenir 380 aparatos mineros con sus transformadores conectados de manera fraudulenta a la red. Los Mossos tenían localizado el hombre que cada día entraba y salía de la nave, un hombre de nacionalidad china de 39 años, y fue detenido por un delito de defraudación del fluido eléctrico. Según los técnicos de las compañías eléctricas, la estafa que había hecho al hombre pinchando la luz podría superar los 300.000 euros.

Imagen del material intervenido por los Mossos d'Esquadra / CME

Hay que recordar que la minería no es un delito, aunque se tiene que hacer pagando la luz que se gasta. En este caso, como la electricidad que se utilizaba se conseguía de manera ilegal, los agentes detuvieron al hombre. Todo el material decomisado será analizado por especialistas del cuerpo de Mossos d'Esquadra para descartar otros posibles delitos cometidos, más allá de la estafa con la electricidad. A pesar de tener antecedentes, y estar en una fase muy inicial de la investigación, el hombre fue entregado al juez de guardia, que lo dejó en libertad con cargos.