En mayo de 2017 fue encontrado muerto, calcinado, Pedro Rodríguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona. Era el inicio de un escabroso capítulo de la crónica negra de Catalunya, era el inicio del crimen de la Guàrdia Urbana. Ahora en Netflix se puede ver una serie, El cuerpo en llamas, con Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, que narra, con ficción, ese crimen del triángulo amoroso entre Rosa, Albert y Pedro.

 

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Su asesinato, según la justicia, perpetrado por su pareja, Rosa Peral, y el amante de esta, Albert López, ha llenado horas y horas de televisión y prensa. Un triángulo amoroso que acabó con un crimen y que sirve este viernes para la nueva serie que se prevé de éxito de la plataforma de contenidos audiovisuales Netflix.

Después del juicio a la Audiencia de Barcelona y con la confirmación del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Peral y López han sido condenados a 25 y 20 años de prisión. Ella por asesinato con alevosía y con agravante de parentesco —la víctima era su pareja— y él por asesinato —por haber matado a la pareja de ella, con quien también tenía relación sentimental.

¿Quién es quién en el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona?

El caso tiene tres nombres principales. Pedro Rodríguez, Rosa Peral y Albert López. El primero era agente de la Guàrdia Urbana de Barcelona y es la víctima. Rosa Peral era la pareja de Rodríguez, pero con López lo asesinaron y urdieron un plan para deshacerse de la víctima. Pero también hay un cuarto personaje, Rubén, el exmarido de Peral.

Pedro Rodríguez, la víctima del crimen de la Guardia Urbana

El 4 de mayo de 2017 apareció un coche calcinado en el pantano de Foix, entre el Baix Penedès y el Garraf. En el maletero del coche apareció el cadáver de Pedro Rodríguez, un agente de la Guardia Urbana que hacía un par de días que había desaparecido.

Imagen de la prótesis que llevaba en la espalda a la víctima, Pedro Rodríguez / CME

Aunque en un primer momento no se pudo identificar, el número de serie de una prótesis que llevaba permitió saber el nombre y el apellido. La víctima era pareja de una agente de la Guàrdia Urbana de Barcelona y los investigadores de los Mossos d'Esquadra empezaron a tirar del hilo para poder aclarar el crimen.

Rosa Peral, en medio de un triángulo amoroso

Rosa Peral era, en el momento de los hechos, la pareja formal de Pedro Rodríguez, pero mantenía relaciones también con otras personas, como Albert López. Precisamente fue la relación con él la que detonó el matrimonio que tenía Peral con un agente de los Mossos d'Esquadra y padre de las hijas de ella, hasta 2016. Desde entonces, había tenido varias relaciones, que se acababan y volvían a empezar, tanto con Albert como con Pedro.

Imagen del coche calcinado en el pantano de Foix por el crimen de la Guardia Urbana / CME

Hasta el día 1 de mayo, cuando preparó el plan para matar a Pedro Rodríguez, según la sentencia, de acuerdo con el otro condenado, la idea de la pareja era formalizar su relación, pero la presencia de la víctima, por alguna razón que no se ha podido aclarar, lo complicaba.

Albert López, condenado por haber matado a Pedro Rodríguez

López estuvo en casa de Peral cuando se produjo el ataque, una agresión que la víctima no se esperaba, teniendo en cuenta que eran pareja sentimental con Rosa. Concretamente, y según las investigaciones y se pudo probar, el homicidio se produjo la noche del 1 al 2 de mayo de 2017.

Rosa Peral con la víctima, Pedro Rodríguez / Cedida

Fue en este contexto que según la sentencia se produjo un "ataque mortal". Después de los hechos, y para evitar levantar la liebre, intentaron hacer vida normal. Con dos coches y el cadáver en el maletero, la noche del 2 al 3 de mayo se desplazaron al pantano de Foix.

"Utilizando algún tipo de combustible, prendieron fuego al vehículo con el cuerpo de Pedro Rodríguez en su interior resultando su cuerpo casi totalmente carbonizado por la acción de las llamas, sin que hayan quedado restos o signos suficientes de la causa violenta de su muerte," se asegura en la sentencia.

Rubén, el exmarido de la acusada del crimen de la Guardia Urbana

Fue protagonista sin quererlo. Después de dar muerte a Pedro Rodríguez, Peral y López intentaron simular normalidad utilizando el móvil de la víctima —tenían algunos conocimientos de investigación, y creyeron que podrían despistar a la policía. El objetivo era evitar ser relacionados con el crimen y, al mismo tiempo, incriminar a Rubén, el exmarido de Peral y agente de los Mossos d'Esquadra.

El hombre ya había rehecho su vida con otra mujer, después de romper la relación con Peral, y pudo demostrar que no tenía nada que ver con el crimen del agente de la Guardia Urbana Pedro Rodríguez.