Las prisiones catalanas continúan con el agua hasta el cuello. El personal insuficiente, los problemas con las drogas y las agresiones constantes a los funcionarios ponen contra las cuerdas a todo el sistema penitenciario catalán, que pide mejoras y ayudas a un Gobierno que dice tenerlo en cuenta, pero los cambios nunca llegan. Uno de los centros que en estos últimos meses ha protagonizado más problemas es la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Bages), que continúa haciendo frente a situaciones complicadas. Sin ir más lejos, anteayer, miércoles 26 de noviembre, encontraron una especie de cuchillo casero escondido entre las pertenencias de un preso que ya tiene experiencia con las armas blancas en la prisión. En su habitual exceso de celo, desde el Departament de Justicia no se han revelado más datos sobre el preso, pero, según ha podido saber ElCaso.com, el hombre es español.
El objeto punzante se encontró escondido dentro de una mochila que el recluso tenía en su celda, en el módulo 3, con el resto de sus cosas. Los funcionarios le revisaron la bolsa y dentro encontraron esta especie de cuchillo artesanal, hecho con alguna plancha de metal doblada que se sujeta al mango con cinta adhesiva, un arma que, a pesar de su apariencia, puede resultar tan letal como una navaja normal y corriente. Cuando se ha encontrado el cuchillo, se le ha preguntado al preso si era suyo y, contra todo pronóstico, ha dicho que sí.
Castigo leve
El hombre ha ingresado en Lledoners este 2025, pero ya había cumplido en prisiones del Estado y tiene antecedentes previos por utilizar armas blancas en centros penitenciarios, dos por robos con lesiones y un tercero por agredir a otro interno. Se trata, sin duda, de una persona peligrosa que, a pesar de haber pasado por diversas prisiones, no se ha reformado en absoluto. Por parte de la prisión, se está estudiando qué sanción aplicarle, pero, de momento, solo se le ha puesto una falta grave por tenencia de objeto prohibido y se le quiere cambiar de módulo; un castigo que no tiene en cuenta los antecedentes del recluso ni el peligro que representa tanto para los otros presos como para los trabajadores.