Culpables. Este es el veredicto al cual, después de cuatro días de deliberación, ha llegado el jurado popular de la Audiencia de Girona en el juicio por el asesinato de la podóloga Maria Carme Font Senen, de 68 años, en Girona, la tarde del 25 de septiembre de 2020. Según el tribunal, Consol Jacome, compañera de trabajo de la víctima, y su marido, Jordi Radresa, urdieron un plan para entrar a robar en su casa sabiendo que tenía mucho dinero. Por eso contrataron dos hombres, Nicolau Morell y Eugenio Pérez, para cometer el robo. No obstante, el asalto salió mal y los dos chapuceros ladrones la acabaron matando.
Un robo que salió muy mal
Según del veredicto al cual ha llegado el tribunal popular, los cuatro acusados se conchabaron para asaltar el domicilio de la víctima. Maria Carme, que era enfermera y supervisora del servicio de diálisis de la Clínica Girona, también pasaba consulta de podología en su casa, en el número 23 de la carretera de Barcelona. Consol, con quien mantenía una relación de confianza por su relación en el trabajo, sabía que la víctima tenía "un importante caudal económico" en casa, así que decidió orquestar un plan para asaltarla con la ayuda de su marido. De hecho, con siete votos a favor y dos en contra, el jurado ha resuelto que fue él quien envió un mensaje a Maria Carme diciéndole que daba su teléfono a una persona que estaba interesada en ir a hacerse los pies.
Los implicados hicieron varias gestiones preparatorias, entre las cuales comprar una tarjeta de telefonía que no se pudiera rastrear. Con ella hicieron la llamada a la víctima pidiendo visita a última hora a nombre de un tal 'Carles Riera', un paciente falso. Llegado el día, el 25 de noviembre de 2020, los dos autores materiales fueron en coche hasta el domicilio de Maria Carme. Eugenio entró en el edificio vestido con un mono de trabajo y Nicolau llevaba una bolsa con cinta americana, mientras Jordi, el ideólogo, esperaba en el exterior del edificio.
Faltaban pocos minutos para las seis y media de la tarde, cuando entraron en el domicilio de la víctima con la excusa del falso paciente. Según ha concluido el jurado, dieron un puñetazo en la cara de Maria Carme que la hizo caer al suelo, momento en que aprovecharon para atarla de manos y pies. Según las cámaras de videovigilancia, los procesados salieron del edificio poco después de las siete de la tarde. Durante aquel rato en el interior del domicilio, consideran que "perpetraron el delito de detención ilegal para poder obtener información para la apertura de las cajas fuertes" infligiéndole heridas todavía con vida, hasta que uno de los dos ladrones la mató estrangulándola sin que el otro hiciera nada para impedirlo.
El jurado popular considera acreditado que atacaron a la víctima a traición, que no tuvo ninguna posibilidad de defenderse y que la mataron para intentar ocultar el robo. También creen que no se ha probado que los acusados se llevaran nada de casa de la víctima, ya que dejaron allí dinero dentro del bolso de mano y joyas que estaban a simple vista. La familia de Maria Carme solo echó de menos tres anillos que no han aparecido. Por eso, resuelven que se trató de un intento de robo con violencia. En el caso del Eugenio con la agravante que ya tenía una condena previa de cinco años de prisión por otro robo.
Penas de hasta 29 años y 5 meses de prisión
Los cuatro acusados han sido declarados culpables de los delitos de robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa y de detención ilegal, mientras que los dos autores materiales, además, también son considerados culpables de asesinato. El fiscal Víctor Pillado ha solicitado para el matrimonio 9 años y 5 meses de prisión por el intento de robo violento y el delito de detención ilegal, mientras que para los autores materiales quiere 29 años y 5 meses de prisión por los mismos delitos y por el asesinato agravado. La acusación particular en nombre de la familia de la víctima, encabezada por el letrado Carles Monguilod, se ha adherido. Por su parte, el abogado del matrimonio, Sergio Noguero, pide la pena mínima, mientras que el letrado de Eugenio, Pere Molina, aceptaría 25 años de prisión y la de Nicolau, Anna Díez, solicita también las penas mínimas. El juicio, que se ha hecho en la sección cuarta de la Audiencia de Girona, ha quedado visto para sentencia.