Una comida mortal en Australia. Lo que parecía una reunión familiar inocente y con personas bien avenidas acabó en tragedia y con un total de cuatro de los comensales envenenados por unas setas en la comida. Cabe decir que, sorprendentemente, la anfitriona, Erin Patterson, que también es la principal sospechosa en estos momentos, no sufrió ningún síntoma. Los hechos sucedieron el último fin de semana de julio, cuando Gail y Don Patterson fueron a casa de su nuera Erin, quien, además, está divorciada de su marido, que es el hijo de los visitantes.

Gail y Dan fueron hasta la casa en Leongatha, en el Estado de Victoria, para ver a sus nietos y, más tarde, se añadieron a la reunión la hermana de Gail, Heather, y su marido, Ian. En cualquier caso, no estaba el hijo de los primeros visitantes, del que Erin está divorciada. Después de esto, decidieron picar algo y la anfitriona sacó la comida a la mesa. Todo parecía propio de una familia bien avenida y sin ningún problema de comunicación tras la separación. Pero una semana después de comer lo que Erin les había ofrecido, tres de los comensales murieron, e Ian, el único superviviente en estos momentos, sigue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital a la espera de un trasplante de emergencia.

Erin y sus hijos no se intoxicaron

Por otra parte, y curiosamente, tanto Erin como sus hijos, a los que los abuelos habían ido a visitar, se encuentran en perfectas condiciones. Sacando de la ecuación a los menores, que habrían consumido alimentos diferentes, todas las sospechas han recaído en la anfitriona y la policía australiana investiga si se trata de una intoxicación intencionada. Según ha apuntado la mujer al programa A Current Affair de la televisión australiana Nine Network, ella no sería la culpable y aseguró que "no hice nada, los amo". También añadió que "estoy devastada porque se han ido".

En cuanto a toda esta posible intoxicación provocada, la policía ha confirmado que Erin es sospechosa, pero también ha reconocido que lo que sucedió podría haber sido simplemente un trágico accidente. Según explica el medio citado, el detective inspector Dean Thomas aseguró que la policía sospechaba de que la comida contenía setas venenosas, concretamente de la especie Amanita phalloides. La principal investigada, no obstante, ha declarado que "no entiendo lo que ha sucedido".