Intentar detener a los delincuentes puede ser una idea peligrosa y, normalmente, lo mejor es dejar que la policía se encargue de este tipo de cosas. A veces, sin embargo, los civiles deciden actuar por su cuenta para poner freno a las injusticias y consiguen reducir o inmovilizar a los delincuentes para facilitarles el trabajo a los policías. Esto es lo que ha pasado en Barcelona, donde un comerciante de una tienda de ropa ha podido retener a un ladrón que quería robarle. Desafortunadamente, su cómplice ha huido y, por ahora, no ha sido localizado. La Guardia Urbana de Barcelona, en su habitual exceso de celo, no ha revelado más información sobre el detenido ni el fugitivo.
Los hechos tuvieron lugar durante la tarde de ayer, miércoles 26 de noviembre, en el distrito del Eixample, concretamente en la Dreta de l'Eixample. Dos hombres entraron en una tienda de ropa, pero no para comprar en ella, sino para robar lo que pudieran. No contaban, sin embargo, con la intervención del comerciante. Al ver cómo los dos hombres estaban robando, el vendedor no dudó y fue inmediatamente a frustrar los planes de los ladrones. Uno de ellos consiguió escabullirse, pero el otro no tuvo la misma suerte.
Atrapado por el comerciante
El vendedor consiguió atraparlo y retenerlo, evitando que se escapara, hasta que llegó la Guardia Urbana. Los agentes escucharon las declaraciones del comerciante y, tras confirmar los hechos, detuvieron al ladrón por un delito de hurto. Gracias a la labor de los policías se pudo recuperar una de las prendas robadas de la tienda, una chaqueta, pero la otra no se localizó. En cuanto al otro ladrón, consiguió escapar, y, por ahora, continúa en libertad. Los agentes mantienen abierta la investigación, buscando al sospechoso, pero habrá que ver si consiguen pillarlo o, si tal como pasó en la tienda, este se escabulle otra vez, esta vez, de la policía.