Un conductor hace un combo especial cuando es parado por la Guardia Urbana de Barcelona. El hombre presentaba síntomas de embriaguez y además rompió una orden de alejamiento. Los agentes lo pararon por una infracción en la vía pública mientras iba en coche y le hicieron la prueba de alcoholemia, que resultó positiva. Además, vieron que manipulaba su teléfono móvil al volante, cosa que comportó otra infracción. Esto habría quedado en poco más que una denuncia, si no fuera porque estaba enviando mensajes a su exmujer, con quien tenía una prohibición expresa de comunicarse con ella por cualquier medio. Los hechos sucedieron este domingo por la noche en la calle de Esteve Terradas de la capital catalana, en el barrio de Vallcarca i els Penitents del distrito de Gràcia, según ha avanzado betevé de fuentes municipales.

El hombre da positivo y rompe la orden de no comunicación

Los agentes municipales realizaron las pruebas de alcoholemia al conductor "ante los síntomas que presentaba". De hecho, no le habrían parado, hacia las 22.30 horas de este domingo, si no hubieran detectado que no paraba de mirar el teléfono móvil mientras iba al volante. Dio positivo en el test de la Guardia Urbana y, poco después, aceptó que estaba enviando mensajes instantáneos a su exmujer. Los policías comprobaron que tenía una orden de alejamiento y, además, con una prohibición expresa y específica de comunicarse con ella por cualquier medio.

En estos momentos la policía barcelonesa investiga los hechos. Sin embargo, fue denunciado por conducir bajo los efectos del alcohol, mientras se aclara si rompió la orden por la que fue condenado. La infracción de este domingo se suma a las diferentes que ha detectado la Guardia Urbana durante este puente de la Constitución y la Purísima en Barcelona, en una campana de control especial que se estableció en diferentes puntos de la ciudad y que ha dejado varias denuncias por positivos en alcohol y drogas. La última, un conductor que circulaba haciendo zigzag, también este domingo, en el interior del Túnel de la Rovira y que dio una tasa de 0,46 en aire aspirado, superando los niveles máximos permitidos al volante.