Estafa de grandes dimensiones en los alrededores de Barcelona. Cinco jóvenes, de entre 19 y 21 años, han sido detenidos por los Mossos d'Esquadra en Vilassar de Dalt (Barcelona) como presuntos autores de al menos 21 defraudaciones por el método conocido como smishing. Este tipo de delito o actividad criminal se basa en técnicas de ingeniería social como mensajes de texto dirigidos a usuarios de telefonía móvil, normalmente por SMS. Les solicitan varios datos o incluso los llaman, pero en este caso se hizo mediante un enlace a un portal web. Una vez hecho esto, los arrestados hacían compras fraudulentas por valor de 15.000 euros en establecimientos de las zonas del Maresme, Barcelona y el Vallès Oriental. Hechos que fueron denunciados por varias víctimas.
Un enlace para vaciar la cuenta bancaria
Los investigados buscaban contactar con el mayor número de víctimas posibles a través del envío de mensajes. Es decir, mediante la ingeniería social, concretamente el smishing. Al texto adjuntaban un enlace que redirigía a una supuesta web de confianza, por eso y para dar verosimilitud a la estafa, los autores se hacían pasar por trabajadores de entidades bancarias o empresas de paquetería. La oferta y usurpación de marcas era muy variada: MRW, Seur, Correos... En creer que era un lugar seguro y para completar una teórica operación, estas personas ponían las claves de sus tarjetas bancarias. Aquí empezaba todo el entramado criminal.
Una vez en posesión de las claves, los cinco jóvenes detenidos las cargaban en dispositivos móviles desde los que realizaban pagos en tiendas y extracciones en cajeros automáticos, donde se apropiaron de más de 15.000 euros. De esta manera, poco a poco iban vaciando los ahorros de las personas que cayeron en la trampa del enlace enviado por SMS. Por el momento, los Mossos d'Esquadra a través de las denuncias interpuestas ha conseguido identificar a 21 víctimas, aunque no se descarta que pueda haber más.
Detenidos cinco jóvenes que han quedado en libertad con cargos
La investigación policial concluyó el 30 de noviembre, cuando se hicieron las cinco detenciones a los jóvenes de entre 19 y 21 años en Vilassar de Dalt, donde también se llevó a cabo una entrada con su posterior registro. Intervinieron veinte teléfonos móviles que habrían utilizado, presuntamente, para hacer las compras y las extracciones de dinero en los cajeros automáticos, una gran cantidad de tarjetas de telefonía y cerca de 700 euros. También localizaron una veintena de botellas de alcohol, 14 cartones de tabaco y varias prendas de ropa de alta gama provenientes de compras fraudulentas, además de 76 botellas de óxido nitroso (gas de la risa). Los arrestados pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 2 de Granollers (Barcelona) y el magistrado correspondiente decretó su libertad con cargos.