El tabaquismo es posiblemente la adicción más habitual de la sociedad moderna y se ha convertido en un pozo de enfermedades evitables. Pese a ello, y además de las campañas de prevención, la industria del tabaco encontró una nueva línea de negocio con la moda en los cigarrillos electrónicos. Pero ahora, según recogen La Vanguardia y RAC1, varias empresas del sector han sacado en los puntos de venta y por Internet vapers especiales para niños de entre nueve y once años con figuras de dibujos animados, juguetes, golosinas o bebidas. Vaporear con Bob Esponja, un Minion u otros personajes que gustan bastante a los niños ha provocado una alarma colectiva entre gran parte de los padres y madres de varios países.
Esta cuestión, de cigarrillos electrónicos con personajes animados por los niños ha llegado a la OMS (Organización Mundial de la Salud) y ya se trató a la novena Conferencia Europea sobre el Tabaco o Salud celebrada en Madrid a finales de abril, donde incluso la Reina Letizia advirtió que cada 11 minutos muere una persona por una enfermedad asociada con el tabaco. Pero a pesar de estas alertas, la última voz de alarma la dio el Ministro de Sanidad de Francia. El titular ministerial alertaba de que aunque ha habido un incremento de las regulaciones y se han impuesto más restricciones, los fabricantes de los dispositivos siguen creando productos que, desgraciadamente son cada vez más atractivos para los más pequeños.
Sustancias químicas y nicotina: la cara oculta de los vapejadors infantiles
Así es como se descubrió esta gama tan extensa de cigarrillos electrónicos con los cuales las compañías de la industria del tabaco quieren adentrarse y expansionarse en los rangos de edad con los que juegan actualmente. Los vapers de Bob Esponja, Minions u osos de peluche contienen nicotina líquida con sabores de todo tipo, especialmente de frutas. El tabaco es muy adictivo precisamente por esta sustancia y más en menores de edad. Pero los vapers, que ahora han revolucionado el mercado, contienen una gran cantidad de productos químicos, además de la sustancia líquida mencionada, que pueden provocar enfermedades similares a aquellos que abren cada día sus paquetes de tabaco tradicionales.