Chloe Holbrook ha vivido una historia inverosímil el día del nacimiento de su hijo Hugo. La madre, de 22 años, sufrió una reacción anormal a la epidural que le administraron los médicos y su corazón se paró durante ocho minutos

Los problemas de la madre durante un parto que se complicó y necesitó de cesárea se trasladaron también a Hugo, que tuvo que ser reanimado después de que su corazón también dejara de latir durante un corto periodo de tiempo. Los hechos sucedieron en el Hospital Central de Milton Keynes, en Inglaterra.

Reece, el padre de Hugo y pareja de Chloe dijo sentirse muy nervioso mientras todo ocurría. De hecho, la recuperación de la madre fue una acción milagrosa por la que muchos de los más optimistas no habrían apostado.

Las declaraciones de la madre

Después de conocer su increíble historia ha sido entrevistada en el Mirror, Chloe Holbrook quiso aclarar que no se trata de una negligencia médica y está encantada con la labor de los médicos que la atendieron durante el parto de su hijo Hugo: "Les estaré eternamente agradecida por salvarme a mí y a mi bebé", dijo.

También se lamentó por los momentos que no pudo disfrutar, pero agradece porque se considera afortunada: "Perdí todo lo que había soñado durante el embarazo. Todavía estoy muy afectada. No escuché el primer llanto de Hugo ni vi a Reece cortar el cordón", comentó.

Chloe quiso hablar sobre lo poco informada que estaba y sobre su reacción cuando recuperó el conocimiento: "Desperté del coma completamente desorientada y sin recordar nada, todo porque no tenía ni idea del riesgo que conllevaba la epidural", aclaró.

¿Qué ocurrió?

Los médicos decidieron ingresar a Chloe Holbrook en el Hospital Central de Milton Keynes cuando llevaba embarazada 38 semanas y dos días. Cuando la situación empezó a complicarse el personal sanitario decidió inducir el parto, sabiendo que había riesgos.

Cuando ella pidió la epidural, que sirve pata aliviar el dolor de las mujeres en el momento del parto, comenzó a sentirse muy mal. Tenía fuertes dolores de cabeza y su presión arterial bajó hasta mínimos muy peligrosos, después sufrió un paro cardíaco.

En ese momento el personal del Hospital Central de Milton Keynes decidió hacerle un masaje cardíaco en busca de reactivar su corazón. También procedieron a iniciar una cesárea para salvar la vida de Hugo, que nació sin constantes vitales, pero se recuperó a los pocos segundos.

Reece habló sobre sus sensaciones en el momento en el que más temió por la vida de su pareja: "Tomé las manos de Chloe mientras le administraban la epidural. Sus ojos comenzaron a volverse extraños y luego se desmayó. La estaba llamando por su nombre y ella no respondía", comentó.

Chloe estuvo en coma inducido durante unas 10 horas y no pudo ver el rostro de su hijo hasta que despertó.