Un juzgado de Palma ha condenado a tres años y medio de prisión a un chico de 18 años por haber apuñalado con un sacacorchos a un turista en el Paseo Marítimo con el objetivo de robarle las gafas de sol y un reloj. El condenado actuó con dos menores de edad que agredieron a la víctima con patadas antes de huir del lugar, llevándose las pertenencias del hombre. Durante el juicio, el chico reconoció haberse peleado con el turista, pero negó el robo, asegurando que solo acudió en defensa de sus amigos, que se habían enzarzado en una fuerte discusión con el hombre agredido.

Los hechos ocurrieron en septiembre del 2022 cuando, según el relato de la víctima, esta se encontró con dos chicos en las puertas del hotel donde se alojaba, e inició una conversación con ellos. Mientras hablaban, el ahora condenado lo abordó por detrás y se le tiró encima. Durante el forcejeo los dos cayeron al suelo, y los otros dos chicos empezaron a propinarle patadas en la cabeza, mientras el joven que le había atacado le apuñalaba en las piernas con un sacacorchos.

Violento atraco por unas gafas de sol

Durante la pelea, el joven le sustrajo las gafas de sol y el reloj. Alertado por el disturbio, uno de los vigilantes de seguridad del hotel se acercó a ellos para separarlos, y en aquel momento los tres chicos huyeron corriendo con el botín. Al llegar los agentes de la Policía Portuaria, se encontraron al hombre con varias heridas en la cabeza y en las piernas, muy desorientado, ya que, según él mismo, había estado bebiendo las horas previas a la agresión. No obstante, les pudo dar la descripción del atacante, y una patrulla de los agentes del puerto le identificó y le detuvo.

Mientras tanto, los dos menores implicados en la pelea fueron detenidos por la Policía Local de Palma, y puestos a disposición de un juzgado de menores. Por su parte, el joven de 18 años fue trasladado a dependencias policiales para poder ser interrogado. Después de eso, quedó en libertad provisional a la espera del juicio. Ahora, el juzgado de lo Penal número 3 de Palma ha sentenciado a tres años y medio de prisión al joven, por considerar que los hechos responden a un "brutal método de agredir que origina un altísimo riesgo de causar lesiones de enorme gravedad". Sin embargo, el magistrado tuvo en consideración la atenuante de drogadicción, ya que el condenado estaba bajo los efectos del alcohol y la marihuana.