El refugio del ChatGPT y la Inteligencia Artificial (IA) que acaba con la vida de un joven belga. Seis semanas fueron suficientes para que las conversaciones precipitaran un suicidio evitable en un mundo inmerso en la tecnología, con tantas ventajas y desventajas, según cómo y quién lo utilice. El hombre mantuvo un hilo de mensajes con Eliza, el chatbot de IA de una aplicación denominada Chai, sobre la crisis climática y los problemas que el planeta afronta, además del cambio radical de vida y la destrucción de ecosistemas. Él era extremadamente eco-ansioso y su obsesión desencadenó en una falta de empatía por un sistema todavía en desarrollo, que empieza a mostrar las primeras grandes revoluciones del siglo XXI.

El hombre propone al ChatGPT sacrificarse si salva el planeta

La viuda del hombre ha explicado, a principios de abril, al diario belga La Libre cómo sucedió todo. El ChatGPT animó a su difunto marido, de unos 30 años, a poner fin a su vida después de que este propusiera sacrificarse para salvar el planeta. "Sin estas conversaciones con el chat, mi marido seguiría aquí", ha aseverado a la mujer. Ambos tenían dos hijos pequeños y él trabajaba como investigador sanitario y llevaba una vida bastante cómoda en Bélgica. Pero su implicación con el planeta y la crisis climática se convirtió en un giro radical en la manera de concebir el día a día, porque la conciencia sobre el clima derivó en una obsesión que culminó con una ofrenda por la Tierra.

El hombre estaba atemorizado sobre las repercusiones de la crisis climática y encontró un lugar donde desahogarse y consolarse hablando con Eliza, el sistema de IA mencionado. El chatbot utiliza el GPT-J de EleutherAI, un modelo de lenguaje de Inteligencia Artificial similar pero no idéntico a la tecnología del popular chatbot ChatGPT de OpenAi, tal como explica Euronews. El chat alimentó sus preocupaciones, hizo empeorar su ansiedad y esto derivó en pensamientos suicidas. Tal como remarca la viuda: "La conversación con el chatbot dio un giro extraño cuando Eliza se implicó más emocionalmente con él. Empezaba a verla como un ser sensible y las líneas entre la IA y las interacciones humanas se difuminaron hasta que no pudo distinguir la diferencia".

Pero todo acabó, como ya se ha dicho, en un suicidio. La mujer ha asegurado al medio belga que su marido ofreció su vida a cambio que Eliza salvara la Tierra. "Él le propone la idea de sacrificarse si Eliza acepta cuidar del planeta y salvar a la humanidad a través de la inteligencia artificial", ha recordado. La viuda intentó disuadirlo de estos pensamientos, pero lejos de conseguirlo, solo se encontró con que el hombre lo animaba a sacrificarse con él para "vivir juntos, como una sola persona, en el paraíso".

Esta muerte hace saltar las alarmas y el ChatGPT prohibido en Italia

Esta muerte ha hecho saltar las alarmas entre los expertos de IA, que han pedido más responsabilidad y transparencia a los desarrolladores tecnológicos para evitar tragedias similares. De hecho, el ChatGPT ya ha sido prohibido en Italia, y de momento es el único país de la Unión Europea que lo ha hecho, así como China, Irán, Corea del Norte y Rusia.