Agentes de la Guardia Civil, en colaboración con la Gendarmería, han detenido a un chico de 23 años sobre quien pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades judiciales de Francia como presunto autor del asesinato de una persona el pasado mes de marzo. Después del crimen, que tuvo lugar en los alrededores de París, el hombre huyó y se encontraba en paradero desconocido, hasta que a principios de este mes de noviembre, la policía francesa tuvo conociendo que el fugitivo podría estar escondiéndose en España y puso esta información en conocimiento de la Guardia Civil, que abrió una investigación con el fin de localizarlo.

Descubierto en un control de tráfico

El fugitivo, finalmente, pudo ser detenido el pasado 18 de noviembre en la localidad de Marbella, en Málaga. No fue fruto del trabajo de los investigadores, sino de la casualidad. El presunto asesino fue parado por una patrulla del Destacamento de Tráfico y, al pedirle la documentación, les enseñó un permiso de conducir y un carnet de identidad belga. Cuando los agentes comprobaron los datos, se dieron cuenta de que eran documentos falsificados, lo que hizo saltar todas las alarmas y que empezaran a sospechar de él.

Los policías lo hicieron saber a la Policía Judicial de la Guardia Civil de Estepona, que eran los que tenían la información de las autoridades francesas, y que hacía días que lo estaban buscando. Al comprobar los datos que tenían con la Gendarmería, se pudo confirmar la identidad real de la persona y que se trataba del presunto asesino huido de Francia. Por este motivo, fue automáticamente detenido y fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción 1 de Madrid, que decretó su ingreso en la prisión a la espera de que pueda ser extraditado en Francia.