La Policía Nacional ha detenido en la localidad de Llers (Alt Empordà) uno de los fugitivos más buscados por las autoridades francesas. El hombre, considerado como High Value Target (Objetivo de Alto Valor), llevaba eludiendo la justicia desde el año 2019, cuando cometió, junto con otras diez personas, el robo de 11 millones de francos suizos de un banco del país helvético. Tanto el arrestado como parte de su grupo criminal fueron detenidos, pero el hombre consiguió huir y desplazarse hasta España, donde ha permanecido escondido hasta ahora.
Al comprobar que el fugitivo se encontraba en el extranjero, desde Francia emitieron una Orden Europea de Detención y Entrega. La Gendarmería lo acusa de los delitos de robo organizado con armas, daños, incendio provocado y pertenencia a una organización criminal, por lo que el detenido se enfrenta a una condena de cadena perpetua.
Robo violento en Suiza
En agosto del 2019, el grupo del cual forma parte el detenido organizó y efectuó el robo de 11 millones de francos suizos. Dos furgonetas blindadas que transportaban dinero de un banco fueron asaltadas por un grupo fuertemente armado. Para evitar que escaparan, los criminales acorralaron los furgones con tres coches que utilizaron posteriormente para marcharse rápidamente de la escena. Durante el transcurso de la emboscada, una de las furgonetas fue incendiada, y los delincuentes se deshicieron de dos de sus vehículos de la misma manera.
Los investigadores consiguieron localizar a los presuntos ladrones y detener a algunos, entre ellos el hombre arrestar en Llers. No obstante, este individuo pudo escaparse y llegar hasta España, donde se estableció primero en Málaga, localidad donde su organización tenía una base con más miembros. Poco después, sin embargo, acabó desplazándose hasta Cataluña, donde le perdieron el rastro hasta octubre del 2020, cuando desde Francia comunicaron a la oficina SIRENE española que era muy probable que el fugitivo se hubiera refugiado en la provincia de Girona.
Escondido en una finca
El fugitivo había llegado hasta la localidad de Llers, donde vivía en una pequeña finca rústica completamente aislada, que el hombre solo abandonaba para dejar salir unos perros adiestrados por la detección de personas desconocidas. Después de un periodo de vigilancia, los agentes entraron en la vivienda para efectuar la detención. Al verse descubierto, el arrestado intentó escapar por una de las ventanas, sin éxito.
En el interior de la finca, los agentes encontraron una plantación de marihuana en varias etapas de crecimiento, además de 8 kilos de ovillos preparados por la venta y varios utensilios para el cultivo de plantas de "maría". Además, el detenido disponía de un arma de fuego corta con un cargador con 12 cartuchos, 2.625 euros en metálico, y un DNI y pasaporte franceses falsificados.