Como si buscara conseguir algún récord Guinness y con un sentimiento de total impunidad. Así actúa un chico de 18 años que conduce por calles y carreteras de Osona sin tener el carnet de conducir. Lo hace además, en algunas ocasiones, también bajo los efectos del alcohol. Los Mossos ya lo han pillado varias veces, tres de ellas, incluso, en menos de 24 horas de diferencia. Fue entre los pasados 29 y 30 de noviembre. En la primera de las ocasiones, la mañana del día 29, agentes del ARRO lo pararon en un control en Sant Julià de Vilatorta y descubrieron que no disponía de permiso de conducir. De hecho, no se lo había sacado y nunca lo había llegado a tener. Por este motivo, quedó denunciado y se le inmovilizó el coche, que luego se llevó un amigo.
Cazado conduciendo borracho dos veces en tres horas
Varias horas después, ya hacia la una de la madrugada del día 30, los Mossos recibieron el aviso que se había producido un accidente de tráfico en una rotonda de Centelles, así que enviaron a varias patrullas. Al llegar e identificar el conductor, los agentes se dieron cuenta de que era la misma persona a quien habían denunciado por conducir sin carné la mañana anterior. Como suele ser habitual en los casos de siniestros, le practicaron la correspondiente prueba de alcoholemia, dando un resultado positivo de 0,64 mg/l. Por este motivo, quedó denunciado nuevamente para conducir sin carné y, esta vez, también por ir bajo los efectos del alcohol. La madre se hace cargo del vehículo, pero antes de que llegue la grúa, el autor de los hechos lo vuelve a coger.
Solo tres horas después del accidente, hacia las cuatro de la madrugada, aunque el coche había resultado bastante dañado en el siniestro, agentes de Seguridad Ciudadana de los Mossos lo volvieron a pillar circulando por Centelles. Se le volvió a hacer una nueva prueba de alcoholemia que confirmó que el efecto de las bebidas no se había marchado por arte de magia, con un resultado positivo de 0,46 mg/l. Se le volvió a denunciar nuevamente por conducir sin carné y bajo los efectos del alcohol, pero esta vez sí que se le acabó deteniendo por reiteración delictiva. Se da la circunstancia que no era la primera vez que lo pillaban, habiendo sido denunciado ya en ocasiones anteriores por los mismos motivos.