Los farmacéuticos del distrito del Eixample de Barcelona pueden respirar tranquilos después de que el pasado 23 de enero los Mossos d'Esquadra detuvieran a un ladrón que tenía sus establecimientos en el punto de mira. En concreto, durante los meses de diciembre y enero, el hombre, de 53 años, saqueó cuatro farmacias a punta de cuchillo y después abandonaba el lugar con total impunidad, caminando tranquilamente y perdiéndose entre la gente de la calle.
El caso llegó a oídos de la policía catalana a principios de diciembre. El día 7 tuvo lugar el primer atraco en una farmacia del distrito de la Nova Esquerra de l'Eixample. El hombre entró en horario de apertura, pero asegurándose de que dentro solo estuvieran los empleados. A pesar de tratarse de robos con violencia, actuaba de una manera muy particular. Intentaba calmar a los dependientes, explicándoles que estaba a punto de hacer algo que no les gustaría, pero que estuvieran tranquilos. Todo eso, mientras exhibía un cuchillo de 30 centímetros.
Hacía que los empleados vaciaran las cajas registradoras
Cuando se había asegurado de que los trabajadores no actuarían de manera inconsciente, exigía que vaciaran la caja registradora. Cuando conseguía el dinero, los dejaba en paz y salía de la farmacia con mucha calma, marchándose caminando como si no acabara de asaltar un local a punta de cuchillo.
El ladrón repitió este mismo modus operandi en tres ocasiones más, en farmacias de los distritos de Sant Antoni, Dreta de l'Eixample y la zona de la plaza de la Universitat, siendo el último robo el pasado 17 de enero. Las sucesivas denuncias de los farmacéuticos pusieron de manifiesto que era la misma persona quien efectuaba los robos, e iniciaron una investigación con el fin de localizarlo y detenerlo.
Finalmente, una patrulla de paisano de la Unidad de Seguridad Ciudadana de los Mossos lo arrestó pasado 23 de enero, acusado de cuatro robos con violencia. El hombre ya tenía tres antecedentes por hechos similares, y fue puesto a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Barcelona el 26 de enero.