El crimen de Déborah Fernández está a punto de prescribir y, casi 20 años después del crimen, no hay ningún culpable del asesinato, que tiene muchas similitudes con el mediático caso de Helena Jubany, asesinada en Sabadell (Barcelona) hace 20 años.

Déborah Fernández-Cervera Neira fue asesinada en Vigo hace casi 20 años

Déborah Fernández-Cervera Neira, de 21 años, desapareció el 30 de abril del 2002 en Vigo (Pontevedra). Fue a correr por la playa y, posteriormente, volvió hacia casa. En las 20:45, cuando estaba a punto de llegar, se le perdió completamente el rastro.

Cuando sus amigos y familiares vieron que las horas iban pasando y no había ni rastro de Déborah, se empezaron a preocupar, ya que ella nunca se marchaba sin avisar: estaban convencidos de que le había pasado alguna cosa.

Encontraron su cadáver desnudo en extrañas circunstancias

Al cabo de 10 días, la peor de las hipótesis se acabó cumpliendo y una vecina encontró su cadáver desnudo en extrañas circunstancias en una cuneta al lado de la carretera. También encontraron un preservativo utilizado y restos de semen: todo apuntaba de que había sido víctima de una agresión sexual. Por si no fuera poco, el asesino le tapó los pechos y los genitales con ramas, unos hechos que desconcertaron a los policías.

El asesino intentó hacer creer a los investigadores que había sido víctima de una agresión sexual

Después de practicarle la autopsia, se determinó que murió, como mínimo, un día después de su desaparición y que cuando fue asesinada estaba vestida y, posteriormente, la desnudaron y escondieron su cuerpo en un lugar frío, muy probablemente, en un congelador y, posteriormente, la desnudaron y la dejaron en la cuneta y le introdujeron semen artificialmente para fingir que la habían violado.

Déborah Fernández-Cervera Neira fue asesinada hace casi 20 años y este crimen tiene muchas similitudes con el caso de Helena Jubany de Sabadell (Barcelona) / Change.org

Su exnovio, el eterno sospechoso del crimen que nunca se llegó a investigar

Su expareja se convirtió en el eterno sospechoso del crimen, ya que mintió en muchas de sus declaraciones, pero nunca lo llegaron a investigar, aunque según los policías, había muchos indicios de su presunta implicación en los hechos.

Igual que en el caso de la bibliotecaria de Sabadell, analizaron en disco duro de su ordenador a la búsqueda de nuevas pistas, pero descubrieron que se habían borrado muchos datos a conciencia. Casi 20 años después del crimen, están analizando muestras de ADN del cadáver de la víctima para ver si encuentran pistas sobre quien la mató.

Investigación llena de errores policiales y judiciales

La familia de Déborah ha denunciado públicamente como de errónea ha sido esta investigación, tanto en el ámbito policial como a escala judicial. Igual que en crimen de Helena Jubany, consideran que se han omitido muchas pruebas y detalles que podrían ser determinantes para saber quién la mató y quedan pocos meses para que el crimen prescriba.