Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un peligroso grupo de ladrones que durante los meses de invierno se dedicó a asaltar casas por toda Catalunya, llevándose grandes cantidades de joyas y dinero. La policía catalana les empezó a seguir la pista después de que el pasado mes de diciembre asaltaran por la fuerza tres casas de Igualada con una manera de actuar muy similar. La Unidad de Investigación de la comisaría de Igualada empezó a hacer indagaciones y descubrió que los presuntos asaltantes también estaban relacionados con otros robos en domicilios de Ripollet, Almenar, Torrefarrera, Santa Maria de Palautordera, Sant Antoni de Vilamajor, a más de dos tentativas en Guissona, una en Tona y otra en la Garriga.

Asaltos al anochecer y huidas temerarias con coches alquilados

El grupo criminal siempre utilizaba el mismo modus operandi. Actuaban entre las seis y las ocho de la noche, aprovechando que durante los meses de invierno oscurece antes y en muchas ocasiones los propietarios todavía no han vuelto a casa del trabajo. Dos hombres accedían a las viviendas escalando las vallas y forzando ventanas o puertas correderas, cogían todas las joyas y otros objetos de valor que se pudieran encontrar y acto seguido huían con un vehículo que habían alquilado antes expresamente para cometer el asalto y que les esperaba en el exterior del inmueble.

 

Las huidas eran a gran velocidad y de forma temeraria, hasta el punto que incluso llegaron a tener un accidente. Fue en un asalto en Ripollet, donde los autores fueron sorprendidos y cuando huían chocaron con otro vehículo, provocando a un herido. Además, amenazaron a los testigos. En otro caso, en el que los Mossos habían recibido el aviso de dos intentos de robo en Guissona y habían montado un control de carretera, hicieron caso omiso de las indicaciones de los agentes para detenerse y escaparon a toda velocidad, provocando que los agentes de la policía catalana tuvieran que saltar para esquivar el coche y no ser atropellados.

Detenido cuando devolvía uno de los coches que habían alquilado para un robo

Finalmente, después de meses de investigación, el 19 de marzo se detuvo uno de los miembros de la banda en el aeropuerto del Prat cuando se disponía a devolver uno de los vehículos de alquiler que habrían utilizado para cometer los robos. Al día siguiente, aunque no ha trascendido hasta ahora una vez el juez ha levantado el secreto de sumario, se hicieron dos entradas y perquisición en los domicilios de los implicados, donde encontraron una gran cantidad de joyas, relojes, 9.100 euros en efectivo, comprobantes de envíos de dinero al extranjero por valor de 17.882 euros y utensilios y objetos que se usaban para cometer los robos.

El detenido, de 27 años y de quien los Mossos no han facilitado la nacionalidad, está acusado de ser el presunto autor de once delitos de robo con fuerza en domicilios, cuatro de ellos en grado de tentativa, y de pertenencia a grupo criminal. Los otros dos miembros de la banda, aunque están identificados, todavía no han podido ser localizados y hay una orden policial de detención abierta. Al mismo tiempo, los Mossos d'Esquadra han podido reconocer y devolver algunas de las joyas encontradas a sus legítimos propietarios, pero siguen trabajando para identificar la procedencia de las que quedan.