Silvia Acebal, la mujer que asesinó a su bebé y arrojó su cadáver a un contenedor en el barrio gijonés de Nuevo Roces ha sido condenada a prisión permanente revisable como autora de un delito de asesinato con agravante de parentesco. Además, se la condena a inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular. Deberá indemnizar a su expareja y padre del bebé con la cantidad de 105.000 euros.

Muerte violenta tras dar a luz

La acusada fue declarada culpable de asesinato por unanimidad. "Perdón a mi familia porque le he arruinado la vida, y la de Daniel, que siempre me trató muy bien", apuntó la procesada, que ya había confesado los hechos en la primera sesión del juicio. En la Sección Octava de la Audiencia Provincial se conocieron detalles de los informes periciales del crimen.

El informe de la autopsia recoge que el bebé presentaba muchas heridas por un cuchillo. 53 heridas cortantes y punzantes. La hora de la muerte la han cifrado entre las 14.00 o 15.00 horas del 1 de agosto y la causa una "pérdida masiva de sangre por las múltiples heridas". La muerte fue "violenta" justo después del parto y después Acebal abandonó el cuerpo sin vida del fallecido en un contenedor. 

Silvia Acebal / RRSS

El cuerpo del bebé lo encontró un hombre ajeno a lo sucedido, que declaró también durante el juicio: "Primero pensé que era un muñeco. Sentí vergüenza de pertenecer al ser humano, porque eso no lo hacen ni los animales". 

El letrado de la acusación particular, Ricardo González, que representa al padre del bebé, se remitió a las pruebas "incuestionables" y lamentó la actitud de ella en días posteriores en los que siguió su vida "con total normalidad". Destacó además que mató a su hijo sobre la cama, le dio la vuelta al colchón y siguió durmiendo en él hasta que la detuvieron mes y medio después. Prueba de que no hay arrepentimiento por parte de ella, según el abogado.

Acebal miró en Internet cómo parir en casa

Los peritos forenses que examinaron a la acusada indicaron que tenía un trastorno de la personalidad pero que no le impedía ser consciente de lo que hacía.

La hipótesis más realista de por qué lo hizo es que la procesada tomó decisiones para huir de la situación hasta que acabó con la vida del bebé. Según las mismas fuentes, la acusada les manifestó que tenía reglas irregulares, por lo que no se enteró de que estaba embarazada hasta el cuarto o quinto mes y no podía ya practicarse un aborto.

En sus conclusiones finales, la fiscal incidió en que Acebal estuvo mirando en Internet cómo dar a luz en casa y lo preparó el crimen a consciencia. 

La mujer gijonesa ha sido declarada culpable y condenada a prisión permanente revisable (mínimo de 25 años). También por unanimidad se le denegó la posibilidad de reducir la pena o conceder un indulto