Desde hacía semanas, Lleida sufría ataques constantes de una pirómana que se divertía quemando contenedores durante las noches. Hartos de la situación, se organizó un operativo conjunto entre la Guardia Urbana del municipio y los Mossos d'Esquadra que, después de unas noches, ha dado sus frutos. Esta madrugada, por fin, se ha conseguido encontrar a la responsable de los hechos, una mujer de 32 años, vecina de la ciudad y de nacionalidad española, que ha sido atrapada in fraganti mientras quemaba unos contenedores. Según fuentes del Ayuntamiento, la mujer prendía fuego a los contenedores y se quedaba mirando como quemaban, lo que les hace deducir que no se trata de unos actos de vandalismo, sino de piromanía.
La captura ha tenido lugar esta madrugada en la calle Lluís Companys, donde se ha encontrado a la autora de los hechos intentando incendiar otro contenedor. Al ser detenida y registrada por los agentes, se le han encontrado encima varios mecheros y bengalas, lo que ha servido para asegurar su vinculación con los diecisiete incendios de contenedores que han tenido lugar estos días por varios espacios del centro de Lleida, específicamente, la plaza Dipòsit, la calle del Bisbe, la Rambla Mercè o las calles Maragall, Sant Antoni, Maria Claret, Pica d'Estats, Ramon y Cajal y Lluís Companys. Para poder poner fin a esta oleada de incendios se han dedicado ocho agentes de la Guardia Urbana y cuatro más del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, y, finalmente, se ha podido parar a la responsable.
25.000 euros en daños
Aunque la investigación todavía lo tiene que asegurar, todo parece indicar que la mujer no cometía estos actos como gamberrada o de forma vandálica, sino que es una pirómana que disfruta viendo las llamas y como se consume la estructura de los contenedores, ya que afirman que, según han podido ver gracias a varias cámaras de seguridad, en algunos casos la autora de los hechos se quedaba viendo el fuego sin marcharse corriendo ni causar más daños. El coste económico de estos hechos es de unos 25.000 euros.