Cazado el perro-lobo que, supuestamente, ha atacado a su dueño, un hombre de 29 años, en València. Agentes de la Unidad Medioambiental (UMA) de la Policía Local de València han capturado al animal después de que le provocara desgarros y heridas graves en ambas piernas, según ha informado el cuerpo policial. Los hechos tuvieron lugar en una parcela del Camino de Moncada este sábado, 1 de febrero, sobre la una y media del mediodía. Los agentes recibieron un aviso de la agresión del cánido y se trasladaron hasta el lugar.
Un perro-lobo provoca graves heridas en las piernas a su dueño en València
Los policías locales encontraron al hombre herido, que estaba sujetando el vallado metálico que daba acceso a una parcela en la que se encontraban dos perros-lobo, un macho y una hembra. El dueño de los cánidos se quejaba de un fuerte dolor y presentaba mordeduras de gravedad en ambas piernas producidas por uno de los animales. Explicó a los agentes que el perro estaba suelto, muy alterado y agresivo en la parcela cuya puerta no cerraba bien. También indicó que su pareja estaba encerrada en una caseta de obra situada dentro de la parcela para no ser atacada por el animal.
De esta manera, los agentes comprobaron que había dos perros-lobo sueltos, con apariencia morfológica de lobo, en una parcela con trozos de verja unidos con alambre. No ofrecían la seguridad necesaria para tener a este tipo de animales. En cualquier caso, los policías locales atraparon con un lazo al macho, que era el más agresivo. Tras ello, la pareja del dueño pudo salir de la caseta en la que estaba escondida y ponerse a salvo. El hombre herido fue trasladado al Hospital La Fe de València por las graves heridas que experimentaba en las piernas tras el ataque del cánido.
Protección animal, precariedad y peligro para los vecinos
La Policía Local de València, concretamente los agentes de a UMA, realizó un acta de infracción a la ley sobre protección de animales de compañía. Además, los policías hicieron un informe indicando la precariedad de las instalaciones y el peligro que suponen tanto para los animales como para los vecinos de la zona, ya que pueden sacar sus cabezas por las zonas más deterioradas de la verja e, incluso, escapar.