Alberto Sánchez escuchó el pasado miércoles sentado en la banqueta el relato de seis agentes de la Policía Nacional en la segunda sesión del juicio por matar, descuartizar y comerse parte del cuerpo de su madre en Madrid. Los psiquiatras que atendieron en 2016 y 2017 al apodado "caníbal de Ventas" han asegurado en una nueva vista judicial que en uno de sus ingresos por episodios psicóticos contó, probablemente fruto de alucinaciones, que durante su estancia de erasmus en Grecia le ofrecieron una droga caníbal. 

Droga caníbal en un aeropuerto de Grecia

Alberto tuvo problemas psiquiátricos antes del trágico suceso. Los doctores de psiquiatría que hicieron un seguimiento del acusado durante su primer ingreso en el hospital de La Princesa de la capital han destacado que le internaron por un "primer episodio psicótico" por el que refería sentirse "acosado" por la comunidad transexual tras reproducir vídeos publicados en una web de contenido pornográfico.

Juicio contra el caníbal de Ventas / Europa Press

Según los facultativos, Alberto también relató, "probablemente como producto de las alucinaciones y alteraciones mentales que sufría", que en un aeropuerto de Grecia le intentaron dar una droga caníbal. Este detalle ha llamado la atención por cómo se desarrollaron los hechos el día de la muerte de su madre. 

Asesinato: restos de carne en tapers y por toda la casa

Las siguientes descripciones, tal y como se relataron durante la vista judicial, pueden herir la sensibilidad del lector.

En la vista del pasado miércoles, los policías que participaron en febrero de 2019 en la detención del acusado explicaron la cantidad de restos humanos que encontraron dispersos por toda la casa, algunos en recipientes de plástico y otros en proceso de ser cocinados o esparcidos por diferentes habitaciones.  La cabeza estaba sobre la cama del dormitorio principal. Allí también encontraron el corazón en un recipiente junto a un tenedor.

Detención caníbal Ventas / Policía Nacional

"Tenía sangre seca en la comisura de los labios y restos de carne en las uñas", narró uno de los policías sobre el acusado -Alberto-, de 28 años.

Los agentes relataron que el joven confesó con actitud fría y "sin emociones" cómo había descuartizado a su madre con un serrucho y cómo se había ido comiendo sus restos "cocinados y en crudo", dándole otros restos a su perro 'Koke'.

Muerte por asfixia tras una discusión

A los policías les llamó la atención la actitud impasible del chico al narrar durante su traslado a la comisaría de una forma "tremendamente tranquila" cómo había matado a su madre, sin mostrar "ningún tipo de arrepentimiento".

Según el escrito provisional del fiscal, el homicidio se llevó a cabo después de una discusión del acusado con su madre. Tras un enfrentamiento verbal se dirigió a ella sujetándola del cuello y con el propósito de acabar con su vida le presionó fuertemente con sus manos hasta estrangularla y causarle la muerte por asfixia.

A continuación el acusado trasladó el cadáver hasta el dormitorio de la vivienda y lo colocó sobre la cama "con el propósito de ir haciendo desaparecer su cuerpo", para lo cual procedió a su descuartizamiento empleando una sierra de carpintero y dos cuchillos de cocina que tenía en la casa. 

El acusado pasó quince días comiendo restos cadavéricos. 

La Fiscalía pide 15 años de cárcel

Tanto la Fiscalía como la defensa del encausado presentarán sus conclusiones definitivas mañana y el próximo martes el jurado comenzará la deliberación de su veredicto. 

Alberto, que se encuentra privado de libertad por estos hechos desde el 23 de febrero de 2019 , por delitos de homicidio y profanación de cadáveres, se enfrenta a 15 años y 5 meses de prisión. Además se le reclama que indemnice en 90.000 euros a su hermano, hijo mayor de Soledad, la víctima.