Los Mossos d'Esquadra han desmantelado dos campamentos de marihuana en pleno funcionamiento en la zona de las Muntanyes de Prades, a ambos lados de la frontera que delimita las comarcas del Baix y el Alt Camp. Este martes se desmantelaron plantaciones en la Febró, en el Baix Camp, y también en Mont-ral, en el Alt Camp. Se pudieron detener a varias personas y destruir las plantaciones de marihuana para evitar, como había sucedido en otras ocasiones, que unos vecinos de Prades, después de saber que la policía había desmantelado la plantación, fueran a recuperar la droga que los Mossos d'Esquadra habían dejado abandonada, tal como avanzó ElCaso.com aunque los mandos regionales de la policía catalana intentaron tapar el error del sargento que lideró la investigación.

Intervenciones conjuntas en la Febró y Mont-ral

A primera hora de la mañana de este martes los Mossos llegaron hasta unos bancales de difícil acceso en una zona boscosa de la Febró y encontraron 2.800 plantas de marihuana de hasta treinta centímetros de altura, además de un sistema de riego con tuberías de plástico conectadas a balsas de agua. También se descubrió un campamento con tiendas de campaña, alimentos, bebidas, mochilas, ropa y productos fitosanitarios, indicando que alguien había pernoctado allí, pero los jardineros pudieron escapar de este particular campamento de marihuana antes de poder ser detenidos. Los hombres, que se sospecha que son albaneses, escaparon por el bosque.

 

Simultáneamente, en Mont-ral, los agentes desmantelaron otra plantación con 2.100 plantas de entre 30 y 40 centímetros de altura distribuidas en dos parcelas. Aquí el operativo funcionó y los agentes pudieron detener a dos hombres, de 20 y 21 años, también albaneses. Como en la Febró, en Mont-ral la plantación contaba con tiendas de campaña equipadas con camas, una cocina y una ducha, así como un sistema de riego igual al encontrado en la otra plantación.

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Imágenes de la marihuana encontrada en la plantación de la Febró / Cedida

Las unidades de investigación de las dos comisarías, de Reus y Valls, seguirán el caso para poder relacionar a los detenidos con un delito contra la salud pública y al mismo tiempo localizar a los jardineros de la plantación de la Febró, para poder ser detenidos. Creen que las dos plantaciones estaban controladas por la misma mafia albanesa de la marihuana, un clan del crimen organizado, mucho más peligroso de lo que parece, que ha convertido el Camp de Tarragona y muchas zonas de Cataluña en el jardín de la marihuana de Europa. La guerra contra el narcotráfico, por ahora, es una batalla sin cuartel.

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Los Mossos han destruido la marihuana para evitar el ridículo del pasado agosto / Cedida