Golpe contra el clan familiar de origen rumano que explotaba sexualmente mujeres, las violaba y apaleaba y, además, después las hacía cuidar las plantaciones de marihuana en Tarragona. La Policía Nacional ha liberado a tres víctimas obligadas a prostituirse y ha desarticulado un grupo criminal dedicado a la trata de seres humanos y cultivo de sustancias estupefacientes en la ciudad catalana. En total, los agentes han detenido a cinco personas y, tras pasar a disposición judicial, el magistrado correspondiente decretó el ingreso en prisión provisional para dos de ellas.

 

Los narcos, agrupados en un clan familiar de origen rumano, se dedicaba, presuntamente, a captar y trasladar hasta Catalunya a varias mujeres de la misma nacionalidad y desde Rumania bajo la promesa de darles un trabajo legal. Una de las implicadas aprovechaba su condición de mujer para no levantar sospechas entre las víctimas durante la captación y las engañaba diciendo que iban a trabajar en el sector de la limpieza o de la hostelería. La investigación de la Policía Nacional se inició en Rumanía por la policía de este país de Europa del Este y ha recibido el apoyo y la colaboración del Agregaduría de la Embajada de Rumanía en España, Europol y el cuerpo nacional policial rumano.

La detección de la plantación de marihuana y la explotación sexual durante la investigación fue detectada cuando los arrestados entraban en territorio español desde Rumanía hasta Barcelona en avión y una vez aterrizaban, eran trasladadas en coche directamente hasta Tarragona. Cuando se instalaban eran obligadas a ejercer la prostitución en la vía pública o establecimientos dedicados a ello. También exigían a las mujeres que se casaran con los miembros del clan familiar para que su actividad delictiva, tanto de narcotráfico como de explotación sexual y trata de seres humanos, no fuera detectada por las autoridades durante los viajes.

Una víctima apaleada grave, cinco detenidos y tres mujeres liberadas

Pero no solo pasó todo eso durante el tiempo que la organización criminal estuvo activa. Los integrantes del grupo golpeaban y amenazaban a las mujeres, e incluso llegaron a violar en repetidas ocasiones y herir de gravedad a una de ellas, que necesitó ser hospitalizada. Además de las agresiones y el miedo instaurado en el clan, obligaban a las víctimas, tras prostituirse, a cuidar las plantaciones de marihuana interior o indoor que tenían en la provincia de Tarragona. Las sustancias estupefacientes resultantes del cultivo eran transportadas hasta Italia, donde la vendían para obtener todavía más beneficios para la organización.

La Policía Nacional ha liberado a tres víctimas en el área de Tarragona y ha detenido a cinco personas por los delitos de trata de seres humanos con hasta de explotación sexual, delito contra la salud pública, agresión sexual, lesiones, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. Dos han acabado en la prisión provisional. Con respecto a los registros realizados por los agentes, se hicieron cuatro entradas en domicilios en Salou, L'Ametlla de Mar y Miami Platja, donde se han intervenido cuatro teléfonos móviles y numerosa documentación relacionada con la investigación.