Los vecinos de la Costa del Sol, especialmente los de Marbella, ya pueden respirar más tranquilos. La Policía Nacional ha conseguido desarticular el grupo de ladrones que en los últimos meses habían llegado a asaltar hasta 71 domicilios de manera muy violenta para llevarse, principalmente, joyas y dinero. En total, bajo el nombre de operación "Western", se han detenido seis personas, entre las cuales su líder, un ciudadano de origen albanés. Además, en media docena de registros, se ha podido intervenir 190 piezas de joyería, relojes de lujo, un arma de fuego corta, una escopeta real y otra simulada, una defensa extensible y varios equipos de transmisión. También se ha confiscado un puño americano, pasamontañas, guantes, un machete de gran dimensión, equipos informáticos, herramientas y 8.700 euros en efectivo.

Los ladrones eran antiguos militares de Europa del Este

Durante la investigación, que ha durado más de un año, se pudo descubrir que la banda actuaba de manera organizada y tenían los asaltos muy bien planificados. Los ladrones buscaban asaltar domicilios junto a campos de golf, donde su huida era más fácil y dificultaban que la policía los pudiera detectar. Antes de cada golpe, hacían un estudio exhaustivo de las potenciales víctimas para saber sus movimientos y como actuar de manera más fácil. Realizaban los asaltos en una franja horaria concreta y utilizaban herramientas para forzar puertas, ventanas y cajas fuertes.

Todos los asaltantes eran exmilitares de la Europa del Este y aprovechaban sus conocimientos para cometer los atracos. Utilizaban equipos de transmisión para comunicarse entre ellos de manera efectiva, utilizaban estrictas medidas de seguridad personales y contravigilancias cuando se desplazaban para evitar ser pillados. Además, eran capaces de acceder a cualquier inmueble, fuera cual fuera su altura, y de actuar de manera rápida y eficaz.

Un concesionario de coches de escondite

La estructura de la organización estaba muy bien definida. En el nivel más alto había el líder, que era la persona encargada de la planificación de los robos y de dar las instrucciones al grupo. Además, también era el autor material de los asaltos. Salía de su casa vestido de calle y lo llevaban en coche a una zona de campo, a las afueras de Marbella, donde se cambiaba de ropa y cogía las herramientas para cometer el atraco. Posteriormente, también se encargaba de vender el botín conseguido.

En un segundo nivel había dos hombres, también originarios de Europa del Este, que se encargaban de hacer de conductores y proporcionar vigilancia al resto de miembros, además de participar como autores en los asaltos. Al mismo nivel había una cuarta persona, que se encargaba de adquirir los coches de alquiler para desplazarse. Por último, al tercer nivel, había un subordinado que se encargaba de tareas de apoyo y gestión.

Los miembros de la banda, además, contaban con la colaboración del propietario de un concesionario de compraventa de coches en Málaga. Este empresario, de nacionalidad española, era la persona encargada de facilitarles los vehículos con la cual cometían los asaltos, con documentación falsificada o cuando todavía no se había cambiado el nombre. Después, una vez se había cometido el asalto, utilizaban el concesionario como escondite donde esconder las joyas y el dinero sustraído.

Finalmente, el pasado 18 de enero, los seis pudieron ser detenidos acusados de ser los presuntos autores de los delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Después de pasar a disposición judicial, cuatro de ellos han ingresado en prisión. En total se les atribuye 71 robos en la Costa del Sol, 64 de ellos en Marbella y los otros siete en Estepona, Málaga y Torremolinos.