La Policía Nacional ha localizado un 'call center' -centro de llamadas- en L' Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que se dedicaba a la trata de seres humanos y gestionaba citas entre clientes franceses y mujeres víctimas de explotación sexual de origen sudamericano.
12 detenidos y 33 mujeres explotadas
Durante el operativo policial, desarrollado de forma simultánea en cuatro países europeos, se ha detenido a 12 personas, 8 de ellas en España, de las cuales 5 han ingresado ya en prisión, 2 en Francia, 1 en Italia y 1 en Rumanía, ha informado la Policía Nacional.
Las autoridades francesas han identificado hasta el momento como víctimas de la organización criminal a un total de 33 mujeres, que están siendo asistidas en Francia. Las mujeres eran controladas con sistemas de videovigilancia.
Se llevaron a cabo registros en 20 inmuebles -18 en Francia y 2 en España, concretamente en Roses (Girona) y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). En España se han intervenido más de 18.000 euros y diversos efectos digitales y documentación, recoge Efe.
El líder de la operación operaba desde Hospitalet de Llobregat
Para concertar las citas, el cliente francés llamaba a uno de los teléfonos que se publicitaban en una página web y les atendía el líder de la organización desde el 'call center' de L'Hospitalet de Llobregat.
La investigación se inició en Francia en junio del año pasado gracias a la declaración de dos de las víctimas. Las víctimas, dos mujeres de nacionalidad colombiana, acudieron a la comisaría de Policía de Montpellier para denunciar que habían huido de un apartamento de esa ciudad en el que habían permanecido secuestradas varias semanas, durante las que fueron obligadas a ejercer la prostitución.
Posteriormente, la autoridad judicial de Montpellier emitió una orden europea que permitió el inicio de las pesquisas en España.
Fruto de las investigaciones se localizó a más potenciales víctimas, todas ellas de origen sudamericano, así como la existencia de un 'call center', ubicado en el domicilio de los investigados en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat, desde el cual se gestionaban las citas con los clientes franceses.
Las mujeres eran engañadas y venían con promesas falsas
Las víctimas declararon haber sido captadas en sus países de origen por la principal investigada, quien les ofrecía una actividad remunerada en tareas de limpieza o cuidado de niños.
Una vez en Francia, tras haber sido desarraigadas y privadas de recursos, se veían obligadas a ejercer la prostitución y entregar el 50 % de los beneficios a la organización criminal.
Tras solicitar el cliente los servicios de prostitución, los investigados, mediante mensajes telefónicos, le facilitaban la dirección a la que dirigirse.
Organización familiar
La cabecilla de la banda contaba con la colaboración de varios familiares y un integrante del grupo, el “Pasador”, era el encargado de acompañar a la víctima desde su ciudad de origen hasta Francia.
La red utilizaba todos los medios de transporte para el traslado de las víctimas, consiguiendo que estas cruzaran las fronteras tanto de forma clandestina como regularmente.