El cadáver aparecido este lunes en una laguna de Sevilla es "en un 95%" el del joven de 23 años desaparecido hace una semana en la ciudad. Así lo han explicado fuentes de la investigación a EFE, que aseguran que ya estaría prácticamente identificado después de que la familia de José Hernández Barrul reconociera su ropa en el cuerpo sin vida hallado en la capital andaluza. Pese a ello, todavía están a la espera de las pruebas de ADN que se harán con un hermano del chico que se perdió el lunes pasado. La confirmación definitiva se espera tener para este martes.
El hallazgo se ha producido este lunes en la laguna del Parque de Tamarguillo de la ciudad. El cadáver está en avanzado estado de descomposición. Según las fuentes citadas, aunque José Hernández Barrul llevara tan solo una semana desaparecido, el hecho de estar en el agua habría contribuido a acelerar el proceso de putrefacción. Esto justificaría el mal estado del cuerpo que ha sido encontrado boca abajo en el estanque de Sevilla poco antes de las once de la mañana, y el juez ha procedido al levantamiento del cadáver con bastante rapidez, trasladándolo para llevar a cabo las pruebas pertinentes. En el operativo también han participado efectivos de los bomberos, Policía Local de Sevilla y Policía Nacional, que son los que se han hecho cargo de la investigación.

Un fotógrafo encontró el cadáver en Sevilla
José Hernández Barrul fue hallado por un fotógrafo aficionado a la ornitología, según ha apuntado el Diario de Sevilla, que se encontraba en la zona tomando unas imágenes de aves del parque. En aquel momento vio un cuerpo flotando en la laguna y llamó al teléfono de emergencias 112. El protocolo fue el habitual en estas ocasiones, el centro de llamadas dio aviso a la Policía Local y la Policía Nacional, que enviaron varias patrullas a la zona para confirmar la llamada y, era cierta, allí estaba el cuerpo sin vida. El ornitólogo aficionado explicó los agentes que era el segundo cuerpo que se encontraba. Poco después llegaron los bomberos y los servicios sanitarios, que certificaron la defunción.