Los Mossos d'Esquadra no se rinden y siguen buscando el cadáver del bebé que presuntamente mató e hizo desaparecer una chica de 20 años en Tarragona.

Ella y su madre de 42 años, las dos acusadas del crimen, están en la prisión de manera provisional mientras, de manera paralela, la Fiscalía y el juez que llevan el caso han aceptado acceder al móvil de la chica para intentar conseguir más indicios de cómo y dónde se deshicieron del cadáver de la criatura, según ha adelantado el Diari de Tarragona.

Los hechos se remontan en el pasado mes de marzo de 2020 cuando, presuntamente, la chica dio a luz a un bebé y entre ella y su madre, la abuela del bebé, lo mataron y se deshicieron de él en el barrio de Torreforta de Tarragona. El mes de abril de 2021 fueron detenidas por los Mossos de Tarragona acusadas de homicidio. Desde entonces que están en la prisión de Mas d'Enric.

Los pasos de la madre y la abuela para encontrar al bebé

La policía catalana ha recorrido todos los pasos de la madre y de la abuela, pero ahora mismo se encuentran en un callejón sin salida. Las dos no aclaran donde se deshicieron de la criatura y eso complica las investigaciones. Los Mossos, sin embargo, tienen claro que la mujer llegó a tener la criatura, pero no hay constancia de haberlo inscrito en el registro civil.

Los investigadores pidieron al juez que lleva el caso acceder a toda la información del móvil de la chica de 20 años, pero el magistrado no lo aceptó. Finalmente, después de un recurso de la Fiscalía, la Audiencia Provincial de Tarragona ha aceptado la petición de los Mossos y permitir a los investigadores de la policía catalana acceder al móvil. Los agentes podrán saber todos los mensajes que envió la mujer, todas las llamadas que hizo y también la geoposición del terminal.

Tiraron al bebé en un contenedor de basura 

Todos los mensajes, llamadas o notas de voz pueden ser claves para confirmar el crimen -la Audiencia Provincial ve un posible asesinato- y también saber dónde se deshicieron del cadáver. Todos parece indicar que lo abandonaron en un contenedor, tal como adelantó ElCaso.com el mes de abril, para esconderlo también del padre, que no sabía que la chica estaba embarazada.

El auto no esconde que poder localizar el cadáver de la criatura no será fácil, pero quieren agotar los últimos cartuchos e intentarlo con la localización del móvil. Si bien los Mossos querían tener información de un tiempo muy largo, los magistrados han concentrado los días que pueden ser objeto de estudio por parte de los investigadores. Si entre la madre y la abuela del bebé hablaron por WhatsApp sobre el hecho, los Mossos podrán ahora estirar el hilo.

Intentó abortar demasiado tarde

Según también se desprende del auto del Audiencia Provincial, los Mossos tienen información que la chica se presentó en una clínica para abortar en diciembre de 2019, pero ya no fue posible, por el avanzado estado de la gestación.

La derivaron en un centro de atención primaria (CAP) para hacer seguimiento del embarazo, pero no se presentó. Según los Mossos, el parto fue entre marzo y abril y aunque la mujer confirmó a unas amigas que había tenido la criatura, no consta en ningún registro ni hay rastro del niño.