Los datos preocupan a los Mossos d'Esquadra. Cada día roban siete motos, de media, en la ciudad de Barcelona, según los datos de la policía catalana de 2023, y solo un 40% se pueden recuperar. En total, durante los 365 días del año pasado en la capital de Cataluña se robaron 2.587 motos en Barcelona. Para hacer frente a esta situación, desde la División de Investigación Criminal (DIC) de la policía catalana en la región de Barcelona se decidió activar un dispositivo, bautizado como Senda, que busca desde una vertiente preventiva y de investigación reducir los hechos delictivos en este ámbito, con datos disparados en Barcelona que generan grandes quebraderos de cabeza y pérdidas a los usuarios a quienes roban las motocicletas que están aparcadas en la vía pública. Los datos crecen año tras año y Barcelona está de las primeras en este poco honroso ranking.
Inteligencia policial para atacar los robos de motos en Barcelona
El máximo objetivo es generar inteligencia policial para conocer en profundidad este fenómeno y abordar con más conocimiento las investigaciones para incrementar las detenciones, detectar los lugares donde se están produciendo estos hechos e identificar talleres de reparación que actúan como receptadores de piezas robadas. Como una pata más de este dispositivo, hecho expresamente para luchar contra el robo de motos, y después de un análisis de los datos del año pasado, se han activado varios controles de paso destinados a identificar motoristas y analizar las motocicletas para poder saber a dónde van a parar las motos robadas. Estos controles administrativos se hacen de manera paralela a los controles de talleres y también a la investigación de los grupos criminales que han convertido el robo de motos en su modus vivendi.
El pasado 16 de mayo se hicieron varios controles de manera coordinada en toda la ciudad y los investigadores de la DIC pudieron recuperar dieciséis motocicletas que habían sido robadas y que podrán ser devueltas a sus propietarios. En el marco de este operativo se controlaron hasta 1.331 motos y se detuvieron a ocho personas, dos de las cuales por sustracción de estos vehículos. Los ocho arrestados fueron uno por requerimiento judicial, dos por robo y hurto de uso de motocicleta -uno de ellos no tenía antecedentes y el otro cuatro-, uno por robo con fuerza en interior de vehículo y requerimiento judicial, uno por quebrantamiento de condena y tres por hurto, según los Mossos.
Las roban en la calle y acaban en el Magreb
El operativo, de refuerzo de investigación y con controles de tráfico, se mantendrá durante los próximos meses y se irá desplegando en diferentes zonas de la ciudad en función de los lugares donde se produzcan estos hechos delictivos para poder generar más inteligencia y hacer un mapa de la realidad de este tipo de robos en Barcelona. Según los datos analizados de los últimos años, más del 93% de los robos se registran en la calle y es el distrito del Eixample donde se registran más.
¿Cómo roban las motos?
Los robos de motos en la vía pública se hacen de dos maneras. O bien robando motos que tienen las llaves puestas, dejadas en el contacto por distracción de su propietario, un hecho que pasa, a los motoristas, más de lo que parece, y que los ladrones saben y explotan, o bien cargándolas en furgonetas. Cuando las roban, algunas veces, las dejan aparcadas en un lugar que no comprometa a los ladrones para averiguar si llevan algún dispositivo de seguimiento. Cuando confirman que no lo tienen, las llevan a desguazar en una nave industrial o taller mecánico ubicado alrededor del área metropolitana. Una vez desguazada, las piezas se revenden en el mercado ilícito, o se trasladan a otros países europeos o del Magreb en camiones de mercancías o furgonetas.