Máxima preocupación en la familia de José De Arcos Ballesteros, un vecino de Sant Vicenç de Castellet que desapareció el pasado sábado, 15 de julio, en una excursión a la localidad francesa de Lourdes. El hombre, de 74 años y con un principio de Alzheimer, formaba parte de un grupo de personas de la peña azulgrana del municipio que estaban haciendo una estancia en Vielha y que habían decidido hacer una escapada para visitar en santuario religioso al otro lado de la frontera, a poco más de 130 kilómetros. Hacia las 11.30 horas, José dijo a sus compañeros que iba un momento a la farmacia, pero ya no volvió.
Los amigos del grupo, preocupados al ver que no aparecía, lo empezaron a llamar al teléfono. El hombre contestaba y decía que se había perdido, indicando las cosas que tenía a su alrededor por si lo podían encontrar. Poco a poco, sin embargo, las cosas que empezaba a decir eran más incoherentes, hasta que se le acabó la batería del teléfono móvil y ya no había manera de ponerse en contacto con él, según detalla Regió7. Sus acompañantes se pusieron en contacto con la policía francesa para informarlos de la desaparición, pero estos les dijeron que es habitual que la gente se pierda en Lourdes y que ya acabaría volviendo a aparecer.
La familia critica la actuación de la policía francesa
La reacción de los policías franceses al ser informados de la desaparición es solo la primera de las actuaciones que critica la familia, tal como detalla el citado medio. Los familiares aseguran que durante los dos primeros días no se le buscó porque pensaban que era una desaparición voluntaria. Además, critican que, cuando la familia contactó con ellos, les contestaron de que no podían buscarlo si no denunciaban la desaparición a los Mossos d'Esquadra, motivo por el cual tuvieron que ir a denunciar-la a una comisaría de la policía catalana.
Los dos hijos de José, sus parejas y un amigo se desplazaron a Francia el mismo sábado para poder buscarlo y seguir de cerca el dispositivo de búsqueda de los servicios de emergencia franceses. Durante este tiempo, se ha activado la unidad canina, un helicóptero sin cámara térmica y también se lo ha buscado por el cauce del río, aunque no se ha hecho ninguna batida terrestre. Apuntan que no se ha incrementado la vigilancia hasta que no han intervenido autoridades políticas. De momento, su familia sigue en Francia y no tiene previsto volver sin José.