El Barça acaba de hacer oficial la incorporación de Adama Traoré hasta final de temporada. El extremo español llega cedido, procedentes de los Wolverhampton Wanderers, equipo en el que había perdido algo de protagonismo después de una temporada 2019/2020 muy ilusionante.

Aunque Traoré no pasa por su mejor momento es un fijo en las convocatorias de la selección española. Luis Enrique confía en la velocidad, desborde y regate del extremo diestro, que es una alternativa al perfil asociativo que tiene el equipo.

El club catalán tendrá la posibilidad de hacerse con los servicios de Adama Traoré de forma definitiva al finalizar su cesión. En el caso de que Joan Laporta y Xavi Hernández quieran que el de Hospitalet se quede deberán de pagar 30 millones de euros a los Wolves. En todo caso, esta opción de compra no es obligatoria.

El barrio de Adama Traoré

El futbolista nació en 1996 en la ciudad de Barcelona y se crió en el barrio de La Florida, en Hospitalet de Llobregat. Es hijo de una familia de origen maliense y en una entrevista publicada en febrero de 2020 con los compañeros de Sport habló sobre su infancia y las dificultades a las que tuvo que enfrentarse.

La Florida, el barrio de Traoré, es el barrio con más densidad de población de toda Europa. Sus famosos bloques se construyeron en los años cincuenta para darle un hogar a las personas que vivían en barracas. Es una zona en la que residen muchas familias de inmigrantes que llegaron a Barcelona en busca de una vida mejor, como los padres del futbolista.

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Adama Traoré / Europa Press

El futbolista comentó que él y su hermano, que jugaba en el Espanyol, se hicieron muy conocidos en la pista de fútbol sala que había en el centro del barrio y que personas de los alrededores venían para verles y enfrentarse a ellos: "Había gente que venía de Santa Eulàlia, de Collblanc, de todos lados. Hacíamos un pequeño torneo, nuestro equipo contra todos.", dijo el futbolista.

Adama comentó que en su barrio era muy frecuente relacionarse con personas de culturas diferentes, él nunca tuvo problemas: "Mis amigos de siempre y yo jugábamos con los gitanos, con algunos marroquíes, con dominicanos, españoles, otros africanos. El que te parecía que era bueno lo ponías en tu equipo. El ambiente era bueno, cada uno traía sus bebidas. Para entrar en el partido tenías que conocer a alguien, pero una vez admitido no había ningún problema", comentó Traoré.

Los problemas en La Florida

También comentó que varias veces le ofrecieron la posibilidad de entrar en varias bandas callejeras, pero sus intereses eran otros, él quería ser futbolista profesional: "Muchas veces. A mí, a mi hermano, a un amigo dominicano, a todos nos ofrecieron entrar en una banda. En ese momento era algo popular. Pero nosotros teníamos diferente mentalidad, queríamos ser futbolistas, no queríamos estar en ninguna banda, en ningún tipo de peleas", dijo.

Comentó que las peleas eran algo habitual en el barrio y cree que, por suerte, la situación ha mejorado actualmente: "En el colegio había bandas y se peleaban entre ellas constantemente. Han hecho un grandísimo trabajo en l'Hospitalet, se ha tranquilizado todo mucho", añadió Traoré.

Por último, el futbolista explicó que en algunas de esas peleas llegó a ver a personas armadas con pistolas, botellas rotas, bates y cuchillos. También explica que el barrio le hizo madurar más rápido que a los demás: "Ves las peleas, cómo funciona una banda, o la policía que investiga a las bandas, ves como funcionan las calles, cómo se mueven los estupefacientes".