La Guardia Urbana de Barcelona se ha visto obligada a intervenir en un surrealista robo en el que la ladrona se negaba a devolver el producto sustraído y se encaraba con el personal de seguridad cuando le exigían que lo devolviera. Al llegar, los policías vieron que, efectivamente, la mujer había robado, la detuvieron, acusada de un delito de hurto, y devolvieron la ropa a la tienda. En su habitual exceso de celo, la Guardia Urbana de Barcelona no ha querido revelar más datos sobre la detenida, como la edad o la nacionalidad, pero se sabe que no era la primera vez que hacía algo así.

Los hechos tuvieron lugar ayer, viernes 21 de noviembre, en el distrito de Ciutat Vella. Una patrulla de la Guardia Urbana recibió un aviso que les pedía que acudieran a una tienda situada en la Rambla, donde estaba sucediendo un robo de lo más extraño. Al llegar, el personal de seguridad de la tienda les explicó la situación. La mujer había entrado en la tienda como cualquier otro cliente, pero una vez dentro no se comportó como el resto. La mujer llenó varias bolsas de ropa, valorada en unos 2.000 euros y, cuando ya no le cabía más, intentó escapar de la tienda.

Se niega a devolver la ropa

El plan, sin embargo, no le acabó de funcionar, ya que al marcharse fue interceptada por el personal de seguridad del negocio, que la vio cargada de objetos robados y le exigieron que los devolviera. Cualquier ladrón en esta situación se habría rendido, habría aceptado su derrota y habría devuelto el botín, pero ella no. La mujer se negó a devolver las prendas de ropa, se encaró con el personal de seguridad y se resistió a abandonar los objetos robados, y lo peor es que no era la primera vez que lo hacía. Finalmente, la policía pudo comprobar que, efectivamente, la mujer había robado la ropa, y no solo la devolvieron a la tienda, sino que la detuvieron por un delito de hurto