A veces, los padres ayudan a sus hijos a aprender a conducir para que les resulte más sencillo sacarse el carnet. Normalmente, si se les deja coger el vehículo, es en algún lugar apartado, pero algunos padres confían demasiado en sus hijos, o simplemente no tienen en cuenta los problemas que pueden causar. Este ha sido el caso en Barcelona, donde la Guardia Urbana ha pillado a un chico conduciendo bebido y sin permiso con su padre de copiloto. Tanto padre como hijo ahora compartirán una nueva vivencia familiar, ya que ambos han quedado investigados por un delito contra la seguridad del tráfico. El cuerpo policial no ha revelado más información sobre los dos involucrados.

Los hechos han tenido lugar esta madrugada, mientras una patrulla estaba haciendo un control de tráfico estático en el distrito de Ciutat Vella de la capital catalana. Mientras hacían su tarea, los agentes vieron una moto con dos ocupantes que, al ver el control, intentó evitarlo con una maniobra evasiva. Los policías obligaron a la moto a detenerse, con la intención de descubrir por qué había intentado evitar el control, una razón que entendieron rápidamente cuando hablaron con el conductor.

Lleva el padre de paquete

El chico que conducía la moto era joven, de hecho, demasiado. Cuando lo identificaron, vieron que era un menor de edad que nunca había obtenido el carnet de conducir para poder circular con aquella moto. Aparte de eso, los policías también notaron que parecía que iba bebido, y cuando le hicieron la prueba de alcoholemia pudieron comprobar que era el caso. La cosa no acabó aquí, sino que, contra todo pronóstico, aún podía ir a peor. Cuando identificaron al hombre que iba de copiloto, acompañando al chico menor y bebido, vieron que era su padre. Finalmente, la Guardia Urbana no detuvo a ninguno de los dos implicados, pero tanto el padre como el hijo quedaron investigados por un delito contra la seguridad del tráfico.