Después de poco más de un año escapado, los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Reus, con la colaboración de la Guàrdia Urbana, han conseguido pillar a un interno de la prisión de Mas d'Enric, en el Catllar, que en marzo del año pasado aprovechó un permiso penitenciario para no volver nunca más al centro. El hombre, de 35 años y etnia gitana, ha podido ser localizado este jueves en una casa situada en el camino de Roquís, a las afueras de la capital del Baix Camp, donde se había escondido con ayuda de unos familiares. El preso fugado cumple una condena de siete años entre rejas por los delitos de robos con fuerza continuados, pertenencia a organización criminal, extorsión y contra la salud pública.
Intenta escapar escalando un muro, pero lo detienen gracias a los drones
Este jueves hacia las nueve de la mañana, los dos cuerpos policiales se desplegaron por la zona donde la Unidad de Drones de la Guàrdia Urbana de Reus había detectado que se escondía en una finca a cuatro vientos. En la operación participaron agentes tanto uniformados como de paisano de varios grupos por el elevado grado de riesgo del preso. Tan pronto como detectó la presencia policial, intentó evadir a los agentes escalando un muro y echándose a correr entre los árboles y matorrales que rodeaban la parcela. Para intentar evitar la detención, los familiares empezaron a lanzar piedras y otros objetos contra los policías, sin herir a nadie, afortunadamente. Finalmente, después de una corta persecución, lo pudieron parar y detener alrededor de las doce y media y se lo llevaron para devolverlo al centro penitenciario de Mas d'Enric, en cumplimiento de la orden judicial dictada por la Audiencia Provincial de Tarragona.