Dos hombres atracan un supermercado Lidl en San Javier, Murcia. Lo hacen a punta de pistola y no se llevan nada excepto un carro lleno de comida.
Atracan un Lidl en Murcia
Este jueves por la mañana, un supermercado de la cadena alemana Lidl situado en la localidad de San Javier, en la costa de Murcia, fue "atracado".
Todo empezó cuando dos hombres entraron en el establecimiento y le cogieron el arma al guardia de seguridad.
Entonces, usaron el arma para intimidar a los empleados, y cogieron un carro para llenarlo de comida.
Después, sin llevarse dinero de las cajas registradoras ni nada más, salieron del local y escaparon, según los testigos, en un coche de alta gama que estaba en la puerta.
A punta de pistola en el supermercado
Ahora la Guardia Civil y policía buscan este coche para poder identificar a los ladrones y ponerlos a disposición de la Justicia. Se investiga el caso como un delito de robo con intimidación.
Según las primeras informaciones, parece que los atracadores no tenían intención de causar daño a nadie, únicamente querían conseguir alimentos. Si se confirma que es así, podría considerarse un hurto famélico.
¿Qué es un hurto famélico?
Se consideran "famélicos" los hurtos que se hacen sin violencia y por necesidad propia.
En el Código Penal se describe así: "El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno, lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber".
En este caso no se trata de un delito, pero deben darse las siguientes circunstancias: que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar, que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto y que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
Repunte de casos tras la pandemia
En caso de que no se den todos los requisitos, sí que recaería sobre el ladrón cierta responsabilidad criminal. Aun así, solo el hecho de estar en situación de necesidad, podría ser una circunstancia atenuante.
Miembros de la Guardia Civil han explicado que se está dando un repunte de los hurtos famélicos, tanto en viviendas como en tiendas de la Región, como consecuencia de la situación provocada por la pandemia de la Covid-19.