El Juzgado de Instrucción número 4 de Ávila está investigando varios funcionarios de la prisión de mujeres de Brieva por haber mantenido relaciones sexuales con la asesina del niño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable en el año 2019 por haber puesto fin a la vida del hijo de solo ocho años de quién entonces era su pareja sentimental. Según las primeras informaciones, algunos de los trabajadores de Brieva habrían intimado con ella a cambio de darle un teléfono móvil.
Hace casi un año que este juzgado tiene las diligencias en curso por un supuesto delito de cohecho. Los investigadores de la Guardia Civil tienen declaraciones de un educador del centro penitenciario, así como de otras tres reclusas y de la actual pareja de Quezada, en las que aseguran que la condenada por el asesinato de Gabriel en el año 2018 en Almería habría mantenido relaciones con varios funcionarios y también con un cocinero de la prisión para conseguir el dispositivo, según ha adelantado El País. Además, habría grabado algunos de estos encuentros sexuales para poder hacer chantaje a la dirección y conseguir un traslado a Barcelona.
Denuncia de la madre del niño Gabriel
Según el mencionado diario, estuvo a raíz de una denuncia interpuesta por la madre del niño Gabriel, Patricia Ramírez, que la investigación se puso en marcha. El mes de mayo del año pasado, la mujer explicó en una rueda de prensa que había obtenido información sobre el hecho de que la asesina de su hijo contaba con un teléfono móvil en la cárcel y que lo utilizaba para ofrecer entrevistas tanto a periodistas como a una productora que pretendía rodar un documental sobre ella. Posteriormente a estas declaraciones públicas, interpuso una denuncia formal ante la Guardia Civil que abrió una investigación. A estas alturas, las pesquisas del Instituto Armado continúan en marcha y ya habrían entrevistado también a la misma Ana Julia Quezada.