Una mujer de unos 80 años ha sido víctima de un ladrón sin escrúpulos. La abuela, que va en silla de ruedas porque tiene problemas de movilidad, iba con su hijo, de unos 60 años, por el centro de Lleida cuando a la altura de la calle Pi i Margall el hombre se detuvo y entró un momento en un establecimiento mientras su madre se quedaba fuera esperándolo. Un individuo que había por allí, al ver que la mujer había quedado totalmente sola y desprotegida, la abordó y le intentó robar el bolso durante estirón.

Otra mujer que fue testigo del robo se puso a gritar, cosa que alertó al hijo de la víctima y provocó que saliera corriendo del local para intentar ayudarla. No obstante, tal como ha adelantado el diario Segre, el ladrón consiguió arrebatarle el bolso cortándole supuestamente una de las tiras con una navaja y se marchó del lugar corriendo con él. Varios vecinos que vieron la escena alertaron de los hechos a los servicios de emergencias y efectivos de la Guàrdia Urbana de Lleida y de los Mossos d'Esquadra se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Varias patrullas, con la descripción física de los ladrones facilitada por los testigos de los hechos, empezaron a buscarlo por las calles de los alrededores, pero ya no lo pudieron localizar. La Policía catalana ha abierto una investigación con el fin de encontrar al individuo y poder detenerlo.

Los robos violentos se disparan en el centro de Lleida

El robo a una mujer mayor en silla de ruedas es solo el último capítulo de una oleada de robos con violencia que se está produciendo en las últimas semanas en el centro de Lleida. No son pocas las denuncias que en los últimos días se han puesto de víctimas a quien alguien ha asaltado para robarles bolsos o teléfonos móviles de un tirón en plena calle. Muchos de los robos, en grupo y a punta de navaja, se produjeron durante el Aplec del Caragol. En la calle de Sant Martí, incluso, un atraco para llevarse un reloj acabó con tres agentes de los Mossos heridos cuando intentaban detener al ladrón.