Los Mossos d'Esquadra han llevado a cabo durante la mañana de este sábado una redada policial en un local del Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). El bar, situado en el número 107 de la Carretera del Mig, y conocido como Agapito, es una sala de baile de ambiente latinoamericano, con un aforo limitado a 50 personas. Las constantes quejas de los vecinos, sin embargo, que detallaban disturbios, grandes aglomeraciones de gente y sospechas de tráfico de drogas, han motivado el registro de este establecimiento, que se ha saldado con ocho detenciones por tenencia de drogas y dos por posesión de armas ilegales, además de identificar a 90 personas más.

Triplicaban el aforo permitido

Al momento de realizar la entrada, los agentes se encontraron con una sala abarrotada de gente. Los propietarios, haciendo caso omiso a la limitación de aforo, que responde a las dimensiones del local, no ponían ningún control a la hora de dejar acceder a los clientes. El resultado ha sido una aglomeración de 150 personas, cifra que triplica el aforo que tienen permitido por ley. El cacheo de los clientes ha acabado con varias armas requisadas, tanto blancas como de fuego, y con los perros antidrogas detectando papelinas de cocaína que algunos de los presentes intentaban esconder.

Y las irregularidades no acaban aquí. Después de inspeccionar el bar Agapito, oficialmente Sala Rociera La Herradura, los agentes han podido comprobar que tampoco contaba con los letreros de identificación obligatorios, como la prohibición de entrada a menores de 16 años y la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18, y que, a pesar de tener licencia de bar, el local funcionaba como "After Hour", y muchos clientes acudían para fumar shisha, una práctica para la cual los propietarios tampoco tenían los permisos en orden.

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El local triplicaba el aforo permitido, y carecía de los permisos necesarios | Mossos d'Esquadra.

Los vecinos se quejaron en varias ocasiones

Durante las últimas semanas, los Mossos d'Esquadra han estado recibiendo varias quejas por parte de los vecinos de la zona a causa del escándalo que armaban los clientes a altas horas de la noche y que muchas veces se alargaba hasta la madrugada. También había sospechas de tráfico y consumo de drogas en el interior del local, y todas estas denuncias motivaron en los Mossos a poner en marcha un dispositivo de vigilancia de este "after" ilegal que ha acabado con la redada del local a primera hora de la mañana de este sábado.