Los bares de copas acostumbran a ser denunciados por incumplir la normativa de seguridad o no tener los permisos o licencias necesarias, pero este no ha sido el caso de un establecimiento del centro de Barcelona, que ha acabado recibiendo una denuncia por su decoración. Fue un ciudadano quien dio la alerta a los cuerpos de seguridad al ir a tomar una copa a este local de ocio nocturno y descubrir que las paredes y las estanterías estaban llenas de animales disecados.

Efectivos del Cos d'Agents Rurals, con agentes del Grupo de Apoyo de Fauna y Flora y del Grupo Especial de Colaboración con la Administración de la Justicia (GECAJ), decidieron hacer una inspección y encontraron un duque, un gavilán común, un búho, tres ardillas y un erizo común, todas ellas especies de animales con diferentes grados de protección que se exhibían muertas y disecadas como parte de la decoración del local. Todos los ejemplares fueron decomisados y se abrieron diligencias contra la sociedad propietaria por un delito de tenencia de especies animales protegidas.

búho|orzuelo disecado bar copas barcelona
El búho disecado como parte de la decoración de un bar de copas del centro de Barcelona. / Agents Rurals

Además, los efectivos del Cos d'Agents Rurals también encontraron entre la decoración del interior del bar de copas una cría de corzo, un zorro, una cabeza de rebeco, una cabeza de jabalí, una cabeza de ciervo, un pato de collar y un pez globo. La exhibición de este grupo de animales cinegéticos, sin embargo, no es constitutiva de ningún delito porque no se trata de fauna protegida y no se decomisaron. Lo mismo pasó con dos caparazones sintéticos de tortuga marina tipo tortuga boba que se encontraron.

Ya se habían decomisado cocodrilos disecados en un bar musical del Port Olímpic

Este no ha sido el primer caso de un bar de copas de Barcelona que acaba denunciado por tener fauna disecada como parte de la decoración del local. En un bar musical del Port Olímpic de Barcelona, en el año 2014, se decomisaron cuatro cocodrilos y una tortuga que se exhibían al público. El propietario del establecimiento, sin embargo, no pudo acreditar su procedencia legal y quedaron confiscados, procediendo a poner la correspondiente denuncia al local.