El partido de fútbol de este domingo entre el CE Maià de Montcal y el CF les Preses B, de Cuarta Catalana, acabó con el árbitro con la nariz rota tras recibir un golpe de uno de los jugadores —a quien mostró dos tarjetas amarillas, equivalentes a una roja, por una falta y las consiguientes protestas—. La agresión provocó la paralización del partido, y la víctima puso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra, que tienen el autor identificado, acusado de un delito de lesiones leves.
El incidente tuvo lugar en torno a las cinco de la tarde. El partido se jugaba en el campo de Maià de Montcal, en la Garrotxa, Girona, y uno de los futbolistas del equipo local cometió una falta que, según el árbitro, merecía tarjeta amarilla. Eso provocó las protestas del jugador sancionado, que comenzó a gritarle. Como consecuencia, según ha relatado el Diari de Girona, vio una segunda tarjeta amarilla, lo que equivale a una roja y, por lo tanto, significa la expulsión del campo.
Agrede al árbitro a puñetazos
Después de recibir la segunda amarilla, el jugador en cuestión se enfadó todavía más y pasó a la violencia física. Cogió al árbitro y le propinó dos puñetazos que lo dejaron aturdido, además de provocarle una desviación del septo nasal, que requirió atención médica. A pesar del estado en el que se encontraba la víctima, uno de los entrenadores del CE Maià de Montcal pretendía que continuara con el partido como si no hubiera pasado nada. No obstante, el árbitro suspendió el enfrentamiento y llamó al 112 alertando de lo ocurrido.
Hasta el campo se desplazaron varias patrullas de los Mossos d'Esquadra y los facultativos sanitarios del Sistema d'Emergèncias Mèdiques (SEM), que lo trasladaron a un hospital para tratarle de sus lesiones. Con respecto al presunto agresor, cuando llegaron los agentes ya se había marchado, pero lo tienen identificado y han trasladado el caso al juzgado de instrucción en funciones de guardia de Olot que lo citará para declarar sobre el incidente.