Nuevo escabroso incidente en el metro de Barcelona. Este fin de semana, la línea L1 ha sido el escenario de violentas peleas y apuñalamientos, este último, la noche del sábado al domingo. Pocos minutos después de la medianoche, un hombre salía de la estación de Torrassa, en L'Hospitalet de Llobregat, con, al menos, dos heridas de arma blanca en el torso. Según los testigos, la víctima avanzó un par de metros hasta que se desplomó, a punto de desangrarse. Los responsables de dejarlo al borde de la muerte serían un grupo de cuatro jóvenes que lo atacaron por motivos que no han trascendido.

Vecinos del barrio que vieron al hombre en el suelo en un charco de sangre avisaron a los servicios de emergencias. Al cabo de pocos minutos llegaron al sitio varias patrullas de los Mossos d'Esquadra, así como ambulancias del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Estos últimos estabilizaron al herido, deteniendo el sangrado, y lo evacuaron de urgencia al Hospital de Bellvitge, donde continúa ingresado.

No quiso poner denuncia

A pesar de estar gravemente herido a consecuencia de las puñaladas, presuntamente después de una pelea con el mencionado grupo, el hombre, de origen marroquí, no quiso presentar ninguna denuncia, según ha adelantado el diario Metrópoli, y a estas alturas no consta ninguna detención.

El pasado viernes 8 de diciembre, un grupo de jóvenes de origen latinoamericano protagonizó una violenta pelea dentro de uno de los vagones de la misma línea, la L1. Unos seis chicos empezaron a darse puñetazos y patadas mientras el resto de pasajeros intentaba alejarse de ellos. La reyerta continuó en el andén de la parada de Marina, hasta que intervinieron los vigilantes de seguridad del TMB y agentes de los Mossos requeridos en el sitio. A estas alturas no consta que ninguno de los alborotadores quedara detenido, aunque la policía identificó, al menos, a uno de ellos.