Los Mossos d'Esquadra del Aeropuerto de El Prat de Llobregat (Baix Llobregat) recibieron este miércoles, 8 de octubre al mediodía, a un turista que acababa de aterrizar y en un descuido su neceser había desaparecido. En el interior de su equipaje había un reloj de lujo, concretamente un Rolex Daytona, valorado en 20.000 euros. La víctima, que empezaba sus vacaciones en Barcelona de manera accidentada, declaró a los Mossos que todavía no había tenido tiempo de salir del aeropuerto, que llevaba el neceser encima de la maleta y que, en un breve instante que lo había perdido de vista, el estuche donde llevaba el reloj había desaparecido.

Los Mossos d'Esquadra comprobaron las cámaras de seguridad de las instalaciones donde se encontraba el turista en el momento de la sustracción, y pudieron identificar rápidamente al individuo. Según han informado fuentes policiales a ElCaso.com, se trataba de un hurto que había cometido el individuo aprovechando un descuido de su víctima y no hizo uso de la fuerza ni de la violencia. 

Gracias a las cámaras, la policía pudo localizar al hombre, que seguía dando vueltas, buscando nuevas víctimas. Se trata de un multirreincidente que ya es conocido por los agentes que patrullan el aeropuerto, ya que comete este tipo de delitos de manera reiterada. El individuo quedó detenido como supuesto autor de un delito de hurto. La policía, sin embargo, no ha comunicado la nacionalidad, la edad ni los antecedentes policiales del hombre. 

Relojeros, un nuevo tipo de delincuente 

Relojero es una palabra que cada vez está cobrando más peso en la jerga policial. Esta palabra, que según el diccionario es el artesano que hace, repara o vende relojes, para los Mossos d'Esquadra se refiere a los delincuentes que se dedican a robar relojes, normalmente, de alta gama. Según ha podido saber ElCaso.com hay tres vías principales de actuación. La primera, donde hay más reincidencia, es el centro de Barcelona, sobre todo en la zona donde hay más restaurantes y más turistas con un alto poder adquisitivo. La segunda vía son las localidades de costa, donde los relojeros aprovechan los descuidos de los turistas para robar los relojes. La tercera es el Aeropuerto de El Prat de Llobregat, una de las puertas de entrada a Catalunya. 

El modus operandi, sin embargo, es diferente. Mientras que en el aeropuerto se trata de hurtos sin violencia aprovechando descuidos -como es el caso del turista al que roban el Rolex Daytona-, en los otros dos escenarios, el centro de Barcelona y los municipios de costa, los relojeros actúan de manera violenta, dando tirones e incluso empujando a sus víctimas.