El cementerio de Camprodon (Girona) fue víctima de una oleada de vandalismo: los vecinos descubrieron que alguien había entrado y había abierto varios nichos, dejando los restos óseos de los difuntos que allí descansan a la vista. Los hechos se remontan al pasado 10 de febrero, aunque el Ayuntamiento de Camprodon no tuvo conocimiento de ello hasta el día 24. La indignación se extendió entre los habitantes del municipio, que no daban crédito a cómo alguien podía destrozar el lugar donde habían enterrado a sus seres queridos.
Desde el Ayuntamiento, a pesar de no tener conocimiento de los hechos hasta casi dos semanas después, aseguran que "actuaron con celeridad para solucionarlo y devolver la normalidad al cementerio", según ha adelantado el Diari de Girona. Los servicios municipales cerraron los nichos afectados y, aseguran, se tomarán medidas para garantizar que una situación parecida no se vuelve a repetir; estas medidas, sin embargo, todavía no se han anunciado, aunque desde el consistorio dicen que se mantendrán en alerta ante posibles futuros sucesos de este tipo.
¿Gamberrada o ladrones de tumbas?
La gran incógnita, sin embargo, y quizás la cuestión que más incertidumbre ha generado entre los vecinos, es el motivo por el cual se ha violado un sitio que pide respeto total. De momento, no hay ninguna persona sospechosa de abrir los nichos, y tampoco se ha informado sobre objetos desaparecidos del interior. Por lo tanto, la respuesta más plausible y que también sostiene el Ayuntamiento, es la de una gamberrada. De momento, sin embargo, no se ha confirmado si hay una investigación en marcha para encontrar al responsable.